Los ministros de Defensa del G7 están reunidos este sábado en Nápoles, en el sur de Italia, con la mirada puesta en la escalada bélica en Oriente Medio, donde el ejército israelí sigue con sus operaciones contra Hezbolá en Líbano y contra Hamás en la Franja de Gaza.
Italia, que ostenta la presidencia rotativa del grupo de los siete países más desarrollados, incuyó en el orden del día la crisis en Oriente Medio, la guerra en Ucrania, las crecientes tensiones en África y la situación de seguridad en la región Asia-Pacífico.
En la apertura de la reunión, que dura un día, el ministro italiano de la Defensa, Guido Crosetto, dijo que todos estos conflictos "reflejan un cuadro de seguridad degradada".
En el centro de los debates figuran las operaciones militares de Israel en Gaza y el Líbano, así como el riesgo de una guerra regional.
También están presentes el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Borell dijo durante la reunión que la muerte del jefe de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar, abre "una nueva perspectiva" para un cese el fuego en el territorio palestino, bombardeado sin descanso desde el letal ataque del movimiento islamista en Israel el 7 de octubre.
"Esta debería ser una oportunidad para llegar a un acuerdo sobre un alto el fuego y la liberación de los rehenes. Y eso abriría la puerta a más ayuda humanitaria", añadió.
Los ministros abordarán también la cuestión de los ataques israelíes contra la fuerza de paz de la ONU en Líbano (Finul), que han dejado varios heridos y desatado una condena internacional.