Estuvo preso por 28 años, lejos de su familia y acusado de un crimen que no cometió, pero la justicia llegó para Lamar Johnson, quien fue liberado por un juez que anuló la condena y puso fin a una injusticia luego de una confesión que lo cambió todo. Johnson entró a la cárcel con 22 años: ha pasado más de la mitad de su vida tras las rejas luego de que fuera encarcelado por haber asesinado, presuntamente, a su amigo Marcos Boyd en 1994.
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El hombre de 50 años fue condenado por el tiroteo en el que murió Marcos Boyd. La Policía y la Fiscalía atribuyeron el delito a una disputa relacionada con dinero proveniente de drogas. Lamar dijo que había estado con su novia a varios kilómetros de distancia de donde se produjo el asesinato. El hombre solo estuvo cinco minutos en la calle cuando salió a vender droga.
Las declaraciones de James Howard, de 46 años y quien cumple cadena perpetua por asesinato y varios delitos, cambiaron el caso por completo. Howard declaró ante la audiencia que junto con Phil Cambell había decidido robarle a Boyd por una deuda por la venta de drogas. Ambos le dispararon en distintas partes del cuerpo hasta que murió.
"Hoy los tribunales corrigieron un error: anular la sentencia del Sr. Lamar Johnson, después de su condena injusta″, dijo Kim Gardner, quien interpuso una petición para la libertad de Lamar.
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Lamar Johnson, en medio de lágrimas, fue declarado inocente tras casi 30 años. Ahora planea volver a conectarse con su familia y vivir las experiencias que no pudo durante todo el tiempo que estuvo encerrado. “Si bien hoy trae alegría, nada puede restaurar todo lo que el Estado le robó. Nada le devolverá las casi tres décadas que perdió estando separado de sus hijas y familia”, dijeron los abogados del hombre.