La plaza de Sant Jaume de Barcelona (España) y sus alrededores han sido escenario de enfrentamientos protagonizados por grupos de personas que, tras una manifestación negacionista de la COVID-19, han quemado mobiliario urbano y lanzado bengalas y vallas a los policías, quienes detuvieron a siete personas.
Ocurrió la noche de este viernes 30 de octubre. Los efectivos catalanes ha pedido a los ciudadanos que no se acerquen al lugar. Los altercados han comenzado tras una manifestación convocada a través de las redes sociales contra las medidas aprobadas para poner freno a la pandemia.
Unas 500 personas, según los Mossos d’Esquadra, se han reunido en la plaza para expresar su rechazo al toque de queda y a las medidas acordadas tanto por el Gobierno como por la Generalitat, que incluyen el confinamiento perimetral de Cataluña durante quince días y el de los municipios durante los fines de semana.
Al acabar la manifestación, grupos de personas, muchas de ellas encapuchadas y con el rostro tapado, comenzaron a lanzar bengalas y otros elementos pirotécnicos, así como vallas y multitud de objetos contundentes contra los Mossos, que han comenzado a dispersarles a golpe de porra.
Los enfrentamientos han ido en aumento y una persona ha resultado herida de una pedrada en la cabeza, según fuentes policiales. Los manifestantes se han dispersado por las calles adyacentes, donde han comenzado a quemar mobiliario urbano y lanzar objetos.
En la plaza Urquinaona, la quema de contenedores ha provocado la caída de las luces navideñas que se habían comenzado a instalar en los últimos días.
Los Mossos d’Esquadra han detenido a siete personas, presuntamente, relacionadas con estos hechos violentos después de que se negaran a ser identificadas.
Antes de comenzar los altercados, la concentración ha transcurrido de forma pacífica con los congregados que portaban pancartas en las que se pedía la dimisión del Gobierno y del Govern.