El terrible hecho mortificó a los ciudadanos de la localidad de Essex (Inglaterra). Marcel Jayden Bellairs-Honiss, futbolista inglés de 16 años, se suicidó en el interior de su habitación por problemas personales en el 2006. Su padre, quien decidió conservar los restos en un cementerio cercano, jamás imaginó que tres años después unos desadaptados destruirían la tumba y los recuerdos de su pequeño.
La alerta sobre el suceso llegó hasta el padre, Alan Honnis, de 50 años, quien embargado por la tristeza narraba durante la grabación cómo había encontrado el lecho de muerte de Marcel Jayden, su hijo. Las mismas imágenes del vídeo que, posteriormente, fue compartido en las redes sociales, describían el duro momento que atravesaba el desconsolado progenitor.
“Nunca había visto algo así. Quiero que los atrapen. Espero que alguien presente información o una conciencia culpable y nos dé a mí y a mi familia algo de paz”, declaró Alan a un medio internacional.
Según los reportes los vándalos destruyeron el lienzo de Marcel, la linterna que iluminaba el lecho por las noches, varios recuerdos fotográficos, arreglos florales y hasta sacaron de la tumba la pelota que donó su última academia de fútbol, la Academia Harlow.
Un portavoz de la policía de Essex dijo: “Recibimos un informe el 18 de agosto de que una tumba en el cementerio de Parndon Wood, Harlow había sido dañada y los artículos robados entre el 4 de agosto y el 17 de agosto”.
Hasta el momento no se han encontrado a los autores del execrable crimen, pero los agentes del orden de Inglaterra ya doblegaron la investigación para dar con su paradero.