Al no poder quitarle el arma al agresor, la adolescente se paró frente a su madre en un desesperado intento de protegerla. La menor de Reino Unido fue acuchillada.,En Reino Unido, una menor de 15 años fue acuchillada sin piedad por el hombre que fue pareja de su madre, Beata Karchnakova. La madre británica de 36 años aseguró que no estaría viva si no fuera por la intervención de la adolescente. Safet Hasanovic, de 46 años, había sido pareja de Beata Karchnakova. Sin embargo, ella lo denunció por violencia y las autoridades de Reino Unido colocaron una orden de restricción para que no pudiera acercarse a ella. PUEDES VER Mujer con autismo fue violada e infectada con el VIH A la 1:47 de la madrugada del 3 de octubre pasado, el hombre ingresó al hogar de su expareja. Subió las escaleras, llegó hasta la habitación de Beata Karchnakova y la atacó sin piedad. La hirió en la cabeza, en el cuello, en las manos y en la pierna. Al escuchar los gritos de su madre, la adolescente corrió a ayudarla. Tomó un calentador eléctrico y se lo arrojó a la cabeza. Luego se acercó a su madre para socorrerla. Pero el hombre era más fuerte. Después de un momento siguió atacando. En su intento por proteger a su madre desfalleciente, la menor soportó los cuchillazos que el agresor infligía, para que no hiriera a la mujer de 36 años. La quinceañera logró darle un puñetazo mientras luchaba contra él. Esa madrugada Beata Karchnakova no estaba sola. En la casa estaban, además de su hija quinceañera, otras dos menores más. La más pequeña tenía dos cuidadores. Ellos fueron los que llamaron a la policía. Los agentes policiales de Reino Unido llegaron a las dos de la madrugada. Habían pasado 13 minutos, según comprobarían después con las cámaras de seguridad. Rompieron las ventanas y detuvieron a Safet Hasanovic. El hombre de 46 años, de nacionalidad bosnia, ha sido condenado bajo el cargo de lesiones corporales graves con intención. Beata Karchnakova ya no puede cargar a la menor de sus hijas. La adolescente de 15 años que salvó la vida de su madre es un motivo de orgullo para su progenitora, pero aún continúa asustada.