¿Cómo serán las ciudades de Latinoamérica en el 2050? Especialistas lanzan predicciones

El transporte sustentable y el acortamiento de distancias son los ejes de los sueños futuristas para Latinoamérica. ¿Qué futuro aguarda para las grandes urbes? ,¿Cuál es la imagen de Latinoamérica en el futuro? Especialistas en desarrollo y transporte se aventuran a imaginar a las urbes integradas a la tecnología, donde las capacidades sociales de sus ciudadanos se vean fortalecidas. Además, evidencian que su principal preocupación es la integración de todos los sistemas de transporte. ¿Qué pasos deben seguir para huir de la masificación y alcanzar la imagen ideal que proponen? Según las proyecciones de la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, actualmente el 55% de la población mundial es urbana, pero la entidad calcula que hasta el 2050 el 65% vivirá en las ciudades. Ello significa un incremento de 2.500 millones de nuevos residentes en las urbes. Tal panorama también alcanzará a las ciudades latinoamericanas. Especialistas lanzan sus imágenes futuristas de Latinoamérica Una red coordinada de diversos sistemas de transporte El experto en movilidad y director de investigación del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo de México, Rodrigo Díaz González señala que es posible que la región cuente tecnologías más limpias en los sistemas de transporte, pero ve lejana la posibilidad de que transiten autos voladores. “Para entonces lo más probable es que tengamos una flota vehicular totalmente electrificada, en gran medida por el abaratamiento de la tecnología”, declaró a el diario El País. Además, cree que circularán masivamente vehículos autónomos (sin necesidad de chofer). Él propone que es imprescindible que todos los medios de transporte sean considerados un servicio y no como particulares. De esta forma, se logrará la integración de todos los vehículos en una red coordinada. “Puede haber mecanismos flexibles en los cuales ya no eres dueño de tu automóvil, y con toda la facilidad puedas decir que hoy te vas en moto, mañana en coche y pasado en bicicleta” explicó el especialista. Ese es su escenario ideal. Distancias más cortas, menos estrés Para Alfonso Iracheta, director general del Centro EURE y experto en desarrollo urbano y territorial, uno de los más relevantes será la confrontación entre las nuevas tecnologías y las capacidades sociales y políticas para aprovecharlas, especialmente para construir una relación entre movilidad y el uso del suelo. “Si analizas el promedio de la ciudad latinoamericana, entre el 35 y el 60% de la población es pobre o muy pobre, y más del 50% vive lejos porque su vivienda está ubicada en periferias, donde no hay hospitales, universidades o espacios públicos”, plantea. Para el especialista, mientras los ciudadanos tengan que moverse a distancias cada vez mayores, ni las tecnologías más disruptivas mejorarán su calidad de vida. El tráfico vehicular es uno de los problemas que más agobia a las ciudades de Latinoamérica. El incremento de población urbana: problema y posibilidad El incremento de la población urbana que augura la ONU también implica la densificación de las ciudades, es decir el incremento de número de viviendas. ¿Cómo afrontar este reto? El consultor para ONGs en temas de gobiernos y organismos en la gestión de ambientes urbanos Antonio Vázquez Brust señala que la solución no será convertir a las ciudades en paisajes de rascacielos sino en ocupar el suelo de forma racional. “Es un problema de imaginación, de idear cómo vivir de forma en que todos estemos cerca de donde queremos estar, pero sin exigir energía y recursos de más”. El experto ve a las viviendas del futuro como edificios de dos o tres pisos, sin que haya grandes casas para pocas familias, algo como lo que hoy se vive en la ciudad de Ámsterdam. Ve viviendas diseñadas para mantenerse cálidas en invierno y frescas en verano con muy poca energía, que además puedan limpiarse con muy poco consumo de agua. La utilización de big data para crear ciudades sostenibles Las ciudades de la región explotarán el potencial que ofrece el big data para resolver sus problemas de generación, consumo y distribución de recursos, pero esa misma ventaja traerá sus propios desafíos, advierte Vázquez Brust. Van a estar cubiertas de sensores, y el mobiliario urbano tendrá la capacidad de hacer un seguimiento de cuánta gente pasa, en qué dirección se mueve y cuánto tiempo está ahí. “La tarea que tenemos pendiente es definir los nuevos derechos que acompañan a estas nuevas capacidades que nos han dado las tecnologías digitales”, señaló el especialista quien está convencido de que la privacidad seguirá siendo parte de la naturaleza humana. Por eso, y para poder preservar los espacios, se imagina un diseño de ciudad transparente con señales éticas que le indiquen a las personas cuándo están siendo vigiladas, dónde hay sensores y qué tipo de información se está recopilando. ¿Qué tan preparada está Latinoamérica para la llegada del futuro?