Trágico accidente aéreo dejó un saldo de 154 personas fallecidas debido a un error en la configuración de mando del avión. Deudos piden que se abra nuevamente el caso para que se haga justicia por el lamentable suceso. ,Transcurrida una década del incidente de la aerolínea Spanair, decenas de familiares y sobrevivientes todavía buscan justicia en España. El 20 de agosto de 2008, el vuelo JK5022 protagonizó uno de los accidentes aéreos más graves en la historia de este país. A raíz de ello, el último lunes, varios deudos homenajearon a los 154 fallecidos en Madrid y en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, origen y destino del viaje. Cuando el avión partió de Madrid, ya se había advertido y arreglado una avería en uno de los calefactores de la sonda de temperatura del avión. Luego de que el piloto la arreglara, según BBC Mundo, pocos segundos después del despegue, el vehículo avanzó a toda velocidad hasta caer en un arroyuelo cerca al aeropuerto de Barajas, paralelo a las pistas 36 L y 36 R. PUEDES VER Estados Unidos: Deportan a guardia nazi que vivió en Nueva York durante décadas Según cuenta la sobreviviente Ligia Palomino al mismo medio, una de las 18 personas que se salvaron de la muerte estuvieron sentadas en las filas 2 y 9. Además, la mayoría de las personas murieron carbonizadas debido a las más de 80 toneladas que explotaron cerca a las alas. Cabe destacar también que, en su tiempo, se abrieron dos investigaciones sobre el accidente y que fueron de tipo técnico y judicial, pero se concluyó que se debió a un error de los pilotos fallecidos. La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) determinó también que ello sucedió por una configuración incorrecta debido a que los alerones se encontraban replegados. En 2012 se archivó el caso en el que también estaban implicados dos técnicos, no obstante, en julio de este año se abrió una Comisión de Investigación gracias a una iniciativa de la Cámara de Diputados en la que ya se han identificado nombres de posibles responsables del accidente aéreo. "Teníamos dos opciones: llorar y olvidar o dar la cara y pedir responsabilidades, elegimos la opción más difícil porque era aún más difícil vivir sin moral", comentó a el diario El Clarín, Pilar Vera, presidenta de la Asociación de Víctimas del vuelo Spanair.