“La moda no debe ser solo ropa bonita y costosa”

Silvia Paredes. Ganadora del premio Jóvenes Creadores al Mundo del Perú Moda 2015, Siendo de Huancayo, ¿cómo nace tu vocación por la moda? Siempre me gustó el diseño y esperaba estudiar arquitectura, pero, por distintas cuestiones, no pude. En esa época, esto del diseño de modas no era conocido, sino más como una opción de poner tal vez un taller o confeccionar algo. Entonces mi mamá me inscribió en un instituto ítalo-peruano de Huancayo, llamado Maristella, y resultó que sí tenía habilidad y me gustó. ¿Y tu familia es ajena a la moda? Claro. Y al principio no conocían mucho. Mi madre es economista, mi tía es profesora y mi otra tía, contadora…El único artista es mi tío, Salomón Gonzales, que es director de cine. Con él estoy viviendo en Lima y me ayuda para los trabajos, me apoya mucho. ¿No eres de las que cosían desde pequeñas? Mi abuela tiene una máquina de coser en casa y me enseñaba a hacer tapetitos, cositas, manualidades. Me gustaba estar con ella, aprendiendo… También aprendiste a tejer en telar. Sí. Eso ya lo he hecho posteriormente, cursando mis estudios, investigando. Fui a Hualhuas, donde se dedican al tejido en telar y de cintura. Aunque a veces los artesanos son recelosos de su arte, conversando, compartiendo, llegas a tener su confianza y te enseñan. No todo diseñador teje en telar. ¿Por qué te interesaste en aprenderlo? Desde que entré a hacer prácticas en una empresa que trabaja el tejido, me interesé mucho en el de tejido de punto, el tejido en telar y todo lo que es tejido artesanal. Me llamaba la atención, porque esto viene de nuestros ancestros y siento que hay que rescatarlo. ¿Y por qué Taquile como motivo de tu colección, siendo tú huancaína? Tenía varias alternativas, de las cuales escogí Taquile, que me parece muy importante en su arte textil, porque es un tejido muy fino, muy trabajado, con muchos detalles. Y, aparte, por esta prenda tan representativa, que es la faja calendario. Que son como documentos, ¿no? Claro, la faja es como el documento donde plasman todas sus vivencias durante el año. Y es un círculo, es rotativo. ¿Qué extrajiste de la faja? Principalmente los íconos y fraccioné la faja para crear nuevas cosas, proponer algo nuevo, volúmenes, cortes, pero que se vea elegante, moderno, siempre de vanguardia. No quería que sea un traje típico ni simplemente coger la faja llevarla y acomodarla, sino coger su esencia. ¿Cuándo fue la primera vez que viste un despliegue de pasarela? La primera vez que me presenté a Perú Moda, en el 2012, con mi colección Bajo la luz del atardecer. Claro, ya tenía noción de trabajar los tejidos, ya había acabado la carrera técnica en Huancayo y ya había estado practicando en algunas empresas. ¿Y cómo fue esa primera vez? Fue una experiencia muy bonita, porque aprendí mucho de producción, fitting, styling y fue la primera vez que yo vi modelos profesionales, el detrás de la pasarela, y me sirvió mucho. Tras el premio, ¿a qué más aspiras? El premio es un paso bien grande dentro de mi carrera y mi desarrollo profesional y personal. Y me gustaría seguir especializándome en diseño de modas. Me gusta mucho trabajar con lo artesanal. Quiero seguir en eso, innovar y tener nuevas propuestas en cómo llevar el tejido a otro nivel, a otro tipo de fusión, con textura, pero siempre preservando nuestra riqueza textil. ¿Con lo artesanal te refieres al material o a lo visual? A ese trabajo a mano que realizan los artesanos al manejar fibras naturales, pero no que se vea rústico o tosco, sino poder hacer cosas delicadas, bien trabajadas, elegantes, sofisticadas… ¿Tú vistes tus propias creaciones? Sí, claro. Ese día que estuve en la pasarela usé una de mis prendas de una colección pasada, Kuntur, que estaba inspirada en la trilogía andina. ¿Cómo te sientes frente a esta parte del glamour, la sofisticación, que acompaña al mundo de la moda? Sí, me siento cómoda, pero más me gusta poder compartir con la gente lo que hago. Soy una persona más sensible, más artista. Me gusta trabajar cosas que tengan contexto, no que sean tan figurativas ni superficiales. Que tengan un tema, algo que se pueda expresar. Creo que la moda no debe ser solo ropa bonita, elegante y costosa, sino algo que tenga un porqué, una razón, una esencia. ¿Cómo calificarías la esencia del trabajo que has venido haciendo? Creo que estoy haciendo un buen trabajo hasta ahora. Con lo poco que sé, iré aprendiendo más y más cada día. Lo importante para mí es ser humilde, ser sencilla… La humildad y la sencillez están en las antípodas de la moda, que es puro glamour y despliegue (risas). Claro. A veces uno tiene una base y cuando es joven dice: sí, voy a hacer estas cosas, pero a veces ya sucede que te vuelves famoso, que estás en las pasarelas, y como que vas perdiendo lo que al principio querías hacer. Yo creo que sé qué camino: quiero seguir haciendo mis trabajos con contexto, con temas que enseñen, que contengan cosas sociales, como el trabajo con los artesanos. Es decir, cosas importantes, que no sean algo superficial.