Profesor y director del Instituto de Opinión Pública de la PUCP.,En la siguiente entrevista, el profesor David Sulmont, director del Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), analiza al gabinete anunciado el viernes. En su opinión, es un consejo ministerial con gente de experiencia que puede ayudar a darle continuidad a algunas políticas públicas. PUEDES VER: Retiran del Vraem a jefes militares para investigar caso de pago a informantes Ya se conoce al primer gabinete del gobierno de Kuczynski. ¿Qué impresión tiene de los nombres elegidos? Que la composición es muy parecida a la de gabinetes de gobiernos anteriores. Es más, hay apellidos que se repiten. Aljovín fue viceministra con García. Zavala y Ana María Romero fueron ministros de Toledo. Basombrío fue viceministro. Saavedra es ministro de Humala. Digamos que la tónica en los últimos tres gobiernos, sobre todo con Toledo y Humala, ha sido nombrar a ministros con un perfil más técnico y profesional que político. Varios conocen al Estado. Conocen los problemas de la administración pública y eso permite darle continuidad a políticas públicas. El caso obvio es el de Educación, con Saavedra... También va a haber continuidad en lo económico. En el manejo macroeconómico, aunque hay propuestas cuyos efectos están por verse, como la reducción de impuestos, en lo que no hay consenso sobre si será beneficioso. Pero, como decía, se ve gente con experiencia de gestión, que conoce la burocracia. Luego hay otro grupo de ministros,más vinculado con Vizcarra, que viene de una experiencia con gobiernos regionales, lo que puede ser positivo en la medida que, sin mayoría en el Congreso, Kuczynski va a necesitar apoyarse mucho en gobiernos locales o en la opinión pública. Y para conseguir esos apoyos tendrá que impulsar mucho la inversión pública. Se ha dicho que es un gabinete tirado a la derecha. Es un gabinete que va a tono con la visión programática o ideológica de Kuczynski... Eso es lógico. Es coherente. Es un gabinete de centro derecha, poco más a la derecha que el gabinete actual, con varias personalidades del mundo empresarial en carteras clave para el tema económico, como Producción, Comercio Exterior, Trabajo o Energía y Minas. Lo que saldrá de ahí son políticas proinversión, promercado. No son ministros que vayan a reforzar un rol más regulador del Estado. ¿Y le parece que eso coincide con lo que la gente espera? Es interesante eso. Es algo que va a contracorriente, en realidad. Hemos hecho algunas investigaciones en la universidad y, a pesar de que se ha votado por Fujimori o Kuczynski, hay expectativa por un mayor papel estatal en la economía en áreas como la protección al consumidor, o derechos laborales. No se ven señales de eso. No muchas. Incluso, en el campo de los programas sociales llama la atención que hayan nombrado a Cayetana Aljovín. Queda la duda de cuál será el derrotero del nuevo gobierno en ese campo. ¿Qué se podría buscar con la presencia de Aljovín? Quizás mantener un manejo técnico. Ahora, más que programas focalizados, se necesitan medidas que hagan universales servicios básicos. Como la salud. El nombramiento de Patricia García ha originado buenos comentarios. Viene más del ámbito académico, pero con experiencia en temas de salud pública. Es especialista, además, en enfermedades de transmisión sexual. Ojalá que eso lleve a una modernización en políticas de salud sexual y reproductiva, porque ha habido un retroceso en los últimos años, sobre todo en el gobierno de García. ¿Cuál será el principal reto del nuevo gobierno? Uno será cómo prender otros motores de crecimiento económico, porque si bien la capacidad de arrastre del sector primario exportador siempre será importante, no tiene el impulso de años anteriores. Se necesita un fuerte impulso de inversión pública en infraestructura y capital humano. Para eso se requiere un Estado más profesional, pero uno de nuestros principales problemas es que el Estado peruano es muy malo, salvo por ciertas islas de eficiencia. Iniciar perfiles de proyectos, impulsar procesos de licitación toman mucho tiempo. Y lo vemos en diferentes niveles. Castañeda recién está inaugurando obras licitadas por Villarán... Aunque las presenta como propias. Y las presenta como propias. Y eso es en Lima. Por eso se requiere capacidad de gestión pública, sobre todo fuera de Lima, donde el Estado es muy débil. Eso es algo estructural. A partir de lo que se pueda hacer a ese nivel se podrá fortalecer la economía. En PPK defienden al gabinete porque, sostienen, lo integran ejecutores. Y lo que la gente quiere es soluciones a sus problemas. Se sabe cuáles son los problemas, muy poca gente sabe cómo solucionarlos. El punto es cómo resolver esas demandas ciudadanas. Cada opción tiene costos y dificultades que requieren evaluarse. Se necesita continuidad y, al mismo tiempo,que las políticas tengan el apoyo y el oxígeno necesarios mientras los resultados aparecen. La capacidad técnica debe combinarse con lo político. Cuando usted habla de continuidad, es imposible no pensar en todos los ministros que han pasado por Interior. Justo, uno de los problemas ahí ha sido la poca continuidad de la gente a cargo. Interior es una moledora de carne humana. Ese es el problema, que una moledora de carne no permite construir nada a largo plazo. Y se han hecho ciertas cosas: inversión en equipamiento, se ha eliminado el 24 por 24. Pero, de nuevo, el impacto no es inmediato. PPK tiene en Basombrío y Costa gente que conoce el asunto. Claro, el problema es que mañana hay una marcha, mueren cuatro personas... Y el prestigio del ministro se viene abajo. O se descubre algo en compras de patrulleros. El presidente mismo debe respaldar fuertemente al ministro. Este gobierno dejará el poder en once días. ¿Lo ve tan malo como la mayoría? Creo que es mucho mejor que lo que la gente quiere reconocer. Primero, el país no se ha ido al diablo... Eso era lo mínimo, ¿no? Pero estamos en un contexto de desaceleración económica. Una cosa es un gobierno mediocre con 8% de crecimiento y otra un gobierno 'masomenos' con 4% de crecimiento, por la bajada de los precios internacionales. Hay avances en educación, en políticas sociales y en inversión pública. Hay ministros que han hecho un buen trabajo. Ocurre que el manejo político ha sido un desastre absoluto. ,