Buscando sitio para los extremos

El resultado de las primarias de New Hampshire es sobre las posibilidades de la polarización. El triunfo del socialista Bernie Sanders era perfectamente previsible: NH es, junto con Vermont, uno de los estados donde la versión EEUU del radicalismo liberal de izquierda y el sentimiento libertario son más fuertes. ¿Pero cómo explicarse el triunfo de Donald Trump? Quizás es ese mismo gusto por lo radical el que lo ha hecho ganar. Además ni NH ni Vermont tienen significativos electorados latinos o afroamericanos. Tampoco los hay muchos en Iowa, pero los latinos son 13%, mientras que en NH y Vermont los blancos son más o menos 96%, una cifra a tomar en cuenta. Con elecciones en 50 estados por delante para llegar a la nominación de las candidaturas presidenciales, Iowa y NH no son numéricamente significativos. Pero el impacto psicológico es importante: se demostró que Hillary Clinton puede perder, y que Trump es capaz de ganar en un Estado simbólico de la izquierda norteamericana. Seguramente estos virajes y sorpresas se van a repetir, en algunos lugares. Pero el aparato del Partido Demócrata, que está con Clinton, tiene el control de estados importantes, casi decisivos, como California o Nueva York. El izquierdismo de Sanders, con mensajes como su rechazo a Wall Street, probablemente no pegue igual fuera de la Nueva Inglaterra. En cambio el republicano Trump parece un precandidato todo terreno, capaz de imponerse en casi todas partes. Incluso la idea original de un electorado radical cerradamente opuesto a él ha tenido que ser revisada, para dar paso a la idea de que sentimientos más fuertes y profundos están en juego entre la población de derecha de los EEUU. De hecho el principal activo de Clinton en este momento del proceso es la percepción de que ella, y no Sanders, sería capaz de ganarle a Trump o a cualquier otro candidato republicano. Nadie piensa eso de Sanders, pero la imagen de ganadora en noviembre de Clinton puede ir variando si ella acumula derrotas por el camino. Ante la perspectiva de una polarización Sanders-Trump en el horizonte, el ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg ha sugerido la posibilidad de lanzarse como candidato independiente, una suerte de liberal-conservador que podría cosechar votos de los dos lados. Pero todavía ni él mismo ha empezado a tomar la posibilidad en serio. Nada va a estar seguro hasta que no entre en la contabilidad un número suficiente de votos electorales, y aun allí la votación de noviembre puede revertir muchos resultados de las primarias de estos meses. NH es un indicio de esta inestabilidad. Las votaciones de Nevada y Carolina del sur a fin de mes contarán un nuevo tramo de la historia.