“Nina dice lo que muchas mujeres se callan”

Ximena Arroyo. Actriz. Gestora cultural a cargo de la Asociación de Artistas Aficionados. , La Eternidad en tus ojos es una de las obras que más reposiciones ha tenido. ¿Qué ha significado en tu carrera? Podríamos decir que ha sido determinante en varias cosas. Uno, he sentido que, al unirse la dirección de Óscar (Carrillo), el buen texto de Eduardo (Adrianzén), el estar trabajando con mi mamá (Sonia Seminario), se juntaron varios elementos que me movilizan hasta el día de hoy. No lo puedo explicar. Sobre todo me moviliza mucho el tema. Y debe ser especial eso de hacer el papel de tu madre en el pasado... Es raro para mí. Esta obra la escribe Eduardo por los 60 años de vida artística de mi mamá y Nina (el personaje protagónico) mayor dice en un momento: Sufren los que piensan ser eternos, yo no lo pienso, yo ya viví la vida como quise. Eso me moviliza, porque mi mamá un día se va a ir también. ¡Qué fuerte! Además, yo creo en que, de alguna manera, existe el desdoblamiento. Entonces alucino que sí es posible verte en el futuro. Y en ese momento es que yo aparezco. Es como una suerte de cambio de tiempo que me permite ser testigo de mi futuro… Nadie más que tú podía haber hecho ese papel, ¿no? Creo que sí. Además, Eduardo es tan hábil, tan metódico, tan claro, que se las sabe todas y escribe conociendo el estilo del actor. Pero a partir de Nina sí he crecido enormemente a todo nivel… Ha sido tu redescubrimiento, ¿no? Sí, para un sector de gente. Yo me he recluido de alguna manera y la AAA se ha vuelto mi trinchera. Mi mamá siempre dijo: Un teatro no debe morir. Yo opté por buscar nuevos públicos y brindar talleres es dar oportunidad a un montón de gente de acercarse al teatro. ¿Eso postergó tu faceta de actriz? No sé si postergarla es la palabra, pero sí desconectarme un poco. Igual, siempre traté de hacer cosas como actriz y también ha sido una etapa de formación, de enriquecimiento, de ubicar realmente a qué me quería dedicar y es una combinación de ambas. Ya no me imagino la vida solo actuando, a pesar de que es lo que más me gusta hacer… Al decir "ambas", ¿hablas de actuación y gestión o actuación y dirección? Las tres cosas, pero mi herramienta es el teatro, sea dirigiendo, sea actuando. Si me preguntas, lo que me hace feliz es actuar. El escenario es como si fuera mi casa. Y creo que no me di cuenta, pero he vivido desde que tengo uso de razón en el teatro. ¿Alguna vez tuviste otra opción? Yo no quise ser actriz. Salí del colegio y estudié Derecho dos años. Estaba descartadísima la opción de ser actriz. ¿No habías hecho nada en el teatro? Nada. Había jugado. Toda la vida me he aprendido todos los textos de las obras de mi mamá, pero, aún así, no lo pensé. Creo que tenía mucho miedo. ¿Miedo? Sí. Había mucha presión, porque yo vi a mi mamá luchar sola para sacarnos adelante a mí y a mi hermana en una época muy dura. Creo que eso me hizo decir: No, voy a seguir una carrera normal, que me dé una platita, para que mi mamá esté tranquila. Pero pasaron los dos años de Derecho y yo sentía que no me hallaba en la universidad. ¿Cuándo sale a flote el teatro? Ahí le dije a mi mamá: Quiero meterme a otra cosa, estaba pensando en teatro. “Ah, métase, pues”, me dijo. Me metí al Club de teatro, y seguí con la universidad en paralelo, pero ahí conocí al que luego fue mi esposo, formé mi grupo de teatro y empecé a trabajar, a hacer producción en esa época, que había un poquito más de apoyo. Hay quienes dicen que esta época es la del boom del teatro. No lo creo. Veo que hay muy poco apoyo. Hay mucha producción y muy buen nivel de teatro, pero lo que no hay es público. No sé si se estará haciendo lo que la gente quiere ver en teatro. Creo que estamos fallando un poquito. La eternidad en tus ojos es un éxito. Como te dije: creo que se mezclaron varios elementos: un buen texto que habla del Perú, mi mamá, una buena dirección, el amor. Porque finalmente habla del amor. Un amor transgresor, ¿no? Exactamente. Las mujeres se fascinan mucho con este personaje, Nina, porque creo que somos una sociedad bien pacata. La mujer se calla, la mujer se somete todavía. Es como que Nina dijera lo que muchas mujeres callan. O sea: yo entro aquí y no soy madre ni esposa de nadie. Dejo los manuales y no tengo que ser didáctica ni pensar en lo que debo o no debo decir. ¿Te ha tocado el tema: eso de enamorarte de alguien menor? Sí. Actualmente mi pareja es menor que yo, aunque no tanto. Creo que a cierta edad hay un gustito por, no sé si por la juventud, pero personalmente no me imagino con una persona mayor que yo. ¿Qué tanto ha impactado Sonia, tu madre, en ti como actriz? (Silencio) Aaay… Yo creo que el amor. Mi mamá tiene un amor al teatro. Si pudiera resumirlo, es todo lo que conlleva el amor. El verdadero amor es respeto, es responsabilidad… Mi mamá ama el teatro con mucha pasión y todo lo que ha hecho siempre lo ha hecho con mucho cuidado, con mucha responsabilidad, con mucho respeto al público. Mis dos grandes maestros son Sara Jofré (dramaturga peruana ya fallecida) y mi mamá. La ficha Mi madre es la gran actriz Sonia Seminario, pero nunca pensé seguir sus pasos. Estudié Derecho, pero no me hallaba hasta que volví los ojos al teatro. Estuve en el Club de Teatro e hice talleres con grandes maestros. He actuado y dirigido. Desde el 2001 soy directora artística de la AAA. Ahora, estoy en La eternidad en sus ojos, la obra de Eduardo Adrianzén en El Teatro de Lucía hasta este fin de semana.