Adrenalina en Paracas | VIDEO

No todo es playa. El turismo de aventura es la nueva opción para disfrutar las bellezas naturales de Paracas y las Islas Ballestas. Gracias a una alianza entre el Sernanp y las empresas locales, ahora los turistas pueden practicar kayak, catamarán, trekking y parapente. Y seguir apreciando a las aves y lobos marinos.,Adrenalina en Paracas | VIDEO,Adrenalina en Paracas | VIDEO,Adrenalina en Paracas | VIDEO,Adrenalina en Paracas | VIDEO,Hace algunos años, una distinguida dama llegó, en un lujoso auto con chofer, a la garita de ingreso a la Reserva Nacional de Paracas y preguntó qué era ese lugar y qué había allí. Muy amablemente, el guardaparques Emilio Fuentes se lo explicó. La mujer pagó su entrada y la de su chofer y entró, pero antes de los 15 minutos ya estaba de vuelta. Indignada, le exigió a Fuentes que le devolviera la plata. –Esto es solo tierra– le dijo. El guardaparques le habló de las cosas maravillosas que podía encontrar si se detenía a mirar con atención, pero ella no quiso escucharlo. Recibió su dinero y se marchó. PUEDES VER: “A mí no me vengan con el cuento de que antes se hacía mejor periodismo” A Fuentes le quedó dando vueltas aquella frase. "Paracas es solo tierra". A estas alturas, es difícil creer que todavía pueda haber citadinos que piensen que Paracas es "solo tierra". Sin embargo, son muchos los que todavía creen que Paracas es "solo playa". "Playa y lobos marinos", a lo sumo. Pero no. Hace rato que esta reserva es mucho más que eso. Y en el último año, el abanico de posibilidades para disfrutar Paracas –y también las Islas Ballestas– se ha ampliado, gracias a los acuerdos a los que ha llegado el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) con una serie de empresarios locales. Paseo entre lobos Ladridos. Los lobos marinos emiten un sonido parecido a los ladridos. Podemos escucharlos desde este bote zodiac, a unos 70 metros de la orilla. Estamos frente a La Maternidad, una pequeña playa en la isla Ballestas Norte, llamada así por los guardaparques porque es allí adonde van los lobos marinos a reproducirse. Vemos a decenas de machos alfa, con la melena dorada como la de un león, rodeados de sus hembras y de sus recién nacidos, todos holgazaneando bajo el sol. Comunicándose. Ladrando. Hemos llegado a Islas Ballestas en una lancha patrullera de la Capitanía de Puertos de Pisco. Nos guían varios especialistas del Sernanp, entre ellos Mariano Valverde, jefe de la Reserva Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, a la que pertenecen las Ballestas. Valverde nos dice que aquí hay alrededor de 1,800 lobos marinos y más de 150 mil aves guaneras, entre las que destacan los piqueros, las chuitas, los pelícanos y las gaviotas. También hay pingüinos de Humboldt, usualmente ocultos en las cavernas y que ahora se dejan ver en las orillas. Los animales, el mar, la arquitectura del viento sobre las rocas forman un paisaje hermoso. Verlos desde una lancha, como los turistas que llegan a diario, o desde el zodiac del Sernanp en el que ahora estamos, es un privilegio. Pero verlos desde un kayak, mientras uno se desliza suavemente sobre el agua, es fascinante. Así lo vive Josefina, la estudiante danesa que ha llegado en kayak junto a tres amigos, guiada por Luis Vereau, el dueño de Inti Kayak. Hace unos meses, Inti Kayak firmó un contrato con el Sernanp y se convirtió en la primera empresa con autorización oficial para brindar este tipo de paseos en las Islas Ballestas. No será la única. El Sernanp planea firmar contratos similares con otros operadores de la bahía de Paracas. El objetivo es asegurarse de que el turismo en Ballestas y en Paracas sea respetuoso con el medio ambiente. Y, sobre todo, proteger a los animales. Una alianza clave –Antes la relación entre nosotros y la reserva era difícil. Quien habla es el empresario José Rosas Zarich, propietario de Perufly, otra de las empresas con las que el Sernanp ha establecido una alianza. Él cuenta que por el lado de los empresarios, muchos no tenían la necesaria conciencia ambiental y que por el lado del Estado se creía que las reservas debían ser intocables. Pero, con el tiempo, unos y otros se dieron cuenta de que debían trabajar juntos. Los empresarios desarrollaron un mayor respeto por el medio ambiente. Y el Estado entendió que el turismo sostenible es una de las mejores herramientas de conservación. Esta tarde entramos a la Reserva de Paracas y José Rosas es nuestro guía. Vamos en busca de un atardecer. Rosas es un emprendedor nato. Es quien llevó la moda del parapente a los acantilados de Miraflores, quien trajo el kitesurfing a Paracas y quien acaba de traer el parapente y el catamarán a la reserva. Y ahora está armando rutas de trekking espectaculares. La primera ruta se llama el Trek de las Sombras Doradas. Comienza al caer la tarde en El Playón, una hermosa playa de arenas blancas, y termina, tres horas después, en la playa Mendieta, la favorita de Rosas, donde el cielo se tiñe de rojos y amarillos y las sombras de los farallones adquieren un tono dorado, espectacular. –Este es el lugar perfecto para enamorarse, para celebrar 14 de febrero y aniversarios– dice el empresario. El viento empuja el mar contra las rocas, levantando chispazos de espuma que salpican y hacen reír a todos. Sin duda este es un lugar especial. A merced del viento Es miércoles por la mañana y ahora, después de un paseo por la bahía en los kayak de Luis Vereau, vamos con José Rosas y la gente del Sernanp al cerro El Maldito. Volaremos en parapente sobre el desierto. Le llaman El Maldito porque sus laderas han visto romperse los huesos a más de un amante del motocross y del ciclismo de montaña. Eso no significaría ningún problema para la reserva, sino fuera porque los motociclistas y ciclistas dejan rayones que afean la tersura del macizo. José Rosas dice que desde que comenzaron a hacer parapente, el año pasado, se ven menos aventureros de ese tipo sobre El Maldito. Hay una ruta de ascenso para vehículos, sí, y no es necesariamente para los que buscan adrenalina. Sobre El Maldito uno tiene una vista preciosa de la reserva, desde la playa Yumaque hasta la Supay. Pero la mejor vista se consigue en el parapente. Hoy no es día de "paracas", sino de vientos suaves que mecen cariñosamente el paracaídas, permitiéndonos apreciar la belleza del desierto en toda su inmensidad. Un paseo único. Las más visitadas Aunque se trata de dos áreas naturales protegidas diferentes, la Reserva de Paracas y las Islas Ballestas constituyen un mismo destino turístico, uno de los más importantes del país. El visitante puede encontrar en él biodiversidad (una fauna increíble), historia (aquí se desarrolló la cultura Paracas) y belleza paisajística. No es una sorpresa, por tanto, que Paracas y Ballestas sean dos de las áreas naturales protegidas más visitadas por los turistas. El año pasado, Ballestas recibió casi 400 mil visitantes y Paracas, 320 mil. Con la puesta en marcha de nuevas ofertas en el turismo de aventura, los expertos creen que las cifras crecerán sustancialmente. Según Pedro Gamboa, jefe del Sernanp, este año Paracas podría superar las 400 mil visitas. La última tarde en Paracas, recorrimos con Gamboa algunos de los principales atractivos de la reserva. Nos mostró las obras que ha hecho el Sernanp con el apoyo del Mincetur: vías carrozables para que los amantes del off road no se metan por donde quieran, circuitos peatonales, baños (en ocho de las playas más concurridas) y nuevos puestos de guardaparques. –Paracas apunta a ser un modelo de turismo para el resto de áreas naturales protegidas del país– dice Gamboa. La buena relación de los guardaparques con las autoridades municipales y con los operadores turísticos sugiere que en el futuro se crearán nuevas opciones para los viajeros. Circuitos para bicicletas y para cuatrimotos, por ejemplo. Más turismo de aventura. Es bueno que lo sepa la gente que piensa que Paracas es "solo playa". Y sobre todo aquella mujer que se fue refunfuñando porque allí "solo hay tierra". Hay que detenerse a mirar. Animarse a subir a un kayak o lanzarse en parapente. Hay mucho más.