Más de 20 activistas de la comunidad LGTBI protestaron en los alrededores de una sede de la Fiscalía General de la República, ubicada en Ciudad de México, para pedir justicia por los recientes crímenes de odio cometidos en diversos puntos del país.
“Ya estamos cansadas. Esta semana hubo una ola de asesinatos a varias activistas a nivel América Latina. [...] Estamos cansadas de que siempre nos invisibilicen, que hagan constancia de que no tenemos familia y nadie reclama los cuerpos. Sufrimos invisibilización y criminalización a través de las instituciones”, expresó Kenya Cuevas, activista transgénero y directora de la Casa de Muñecas Tiresias, en diálogo con EFE.
Según alegaron los manifestantes, el Estado mexicano no cuenta con acciones claras para combatir la LGTBIfobia. “Necesitamos que las instituciones y el Gobierno se pronuncien en contra de estos crímenes de odio para dar un mensaje al público de que tenemos un respaldo”, señaló uno de los miembros de la comunidad.
Luego que se reportara este último miércoles el transfeminicidio de Mireya Rodríguez Lemus, en Chihuahua, con lo cual se suma un total de seis crímenes de odio en los dos últimos meses, decenas de activistas levantaron sus voces para reclamar justicia en nombre de cada una de sus víctimas.
También han sido asesinados los activistas homosexuales Jonathan Santos, en el estado de Jalisco; y Javier Eduardo Pérez, en el de Morelos; y las activistas trans Samanta Barrios, en Puebla; Jeanine Huerta, en Baja California; y Brandy Ronzón Huerta, en Veracruz.
Según datos de estos colectivos, al menos 241 personas LGTBI+ han sido asesinadas por su orientación sexual y/o identidad de género en los últimos cinco años en México.