Los rostros del turista

El tipo de turista que más ha impulsado el crecimiento de la planta hotelera es el corporativo, ese que llega al país para cerrar negocios, que ha crecido en los últimos cinco años en 15%. Guillermo Winter, director general de Head Hunters Perú, señala que este fenómeno se origina por la alta demanda de ejecutivos, así como de personal técnico calificado, en sectores económicos al alza, como minería, gas, petróleo, construcción, banca y consumo masivo. Según el último reporte de la Dirección General de Migraciones (Digemin), el 2012 ingresaron 40.359 extranjeros para incorporarse al mercado laboral. De ese total, 4.601 entraron con un contrato bajo el brazo. Según las cifras de Digemin, más de 20.000 extranjeros proceden de Colombia, Argentina, España, Bolivia, Brasil, Estados Unidos y Venezuela. El resto llegan de países como Vietnam, Australia, Francia, Italia, Japón, Corea del Sur, Alemania, Rusia y Sudáfrica. Pese a que según cifras de Canatur este segmento representa menos del 30%, es el que genera más divisas, así como interés para invertir en proyectos hoteleros de clase mundial. Sin embargo, según el experto en turismo Juan Mendoza, existen nichos dentro del turismo clásico que podrían convertirse en motores de crecimiento, a la altura de este mismo nicho. Mendoza manifiesta que existen oportunidades en turismo ecológico, en el que destaca en birdwatching (observación de aves). Dentro del turismo de aventura destaca la pesca de altura, como la que busca explotar la cadena Inkaterra, con un hotel temático que rescata la mítica caza del merlín hecha por Ernst Hemingway en Cabo Blanco. En tipos de turismo más específicos, resalta el turismo para discapacitados, como el que se practica en determinados hoteles de la Riviera Maya (México), con infraestructura especializada. Espacio para todos Entre los que ya se practican, que aún poseen techo para crecer, son el turismo gastronómico, el de solteros, el turismo dirigido a la comunidad gay, todos segmentos con un poder adquisitivo elevado, a los que las agencias de viajes buscan sorprender con tours exclusivos. Dentro de este rubro, el más prometedor es el turismo de conferencias, congresos, ferias o cónclaves empresariales, que convocan visitas de decenas de turistas para un evento, dejando un alto impacto económico en las comunidades donde estos se llevan a cabo. Para impulsar este rubro, en el 2011, en el seno de Canatur, nació el Bureau de Convenciones de Lima, conformado por empresas hoteleras, aerolíneas y de consumo masivo, para fomentar la transformación de Lima en el epicentro de congresos en América Latina. Para alcanzar este objetivo, el representante de Canatur afirma que se debe seguir incrementando la planta hotelera. Según Canales, esto no será posible si, de todas las habitaciones existentes, solo el 10% pertenece a hoteles en categorías de 4 a 5 estrellas, sin contar que Lima no posee un recinto para ese tipo de cónclaves, que reúnen a más de 10.000 personas en un solo día. Eventos como el Foro Económico Mundial (WEF) para América Latina (abril), al que llegarán no solo delegaciones de jefes de Estado, sino importantes empresarios e inversionistas, el encuentro de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi), en el 2014, así como la Asamblea Anual entre el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, en el 2015, y el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), en el 2016, exigen un espacio especial. Para Carlos Canales, el proyecto del Mincetur, que busca erigir un megacentro de convenciones en el Callao, con una inversión de US$ 1.200 millones, resultará clave para convertir al Perú en el centro empresarial de Sudamérica.