Lo que pasa en Chile pasa en el Perú pero sin pasión. El maravilloso Chile modélico y sus derechas y neoliberales ilustrados se fueron al retrete. La grita reaccionaria dice que se abre espacio al neofascismo. Y meten miedo, como con Maduro o Evo. Protesto porque no me alcanza, digo yo, y dicen que soy comunista.
Y la Confiep me invita a su almuerzo. Tienen plata pero quieren más. El combo cuesta 90 dólares más IGV. Con eso pagaría mi menú un mes. No importa. Romperé el chancho. Iré. Me interesa escuchar a María Isabel León. Ella, mientras almorzamos hablará: ¿Cómo se comportarán las empresas ante un periodo de inestabilidad? Ya lo sé, cagando a los trabajadores pero la oiré.
La Confiep no es la cresta de la derecha, es el cogollo de ‘los dueños del Perú’ y hasta ahora recordando a Carlos Malpica. Y a decir de Francisco Durand: “la concentración del poder”. Es capitalismo salvaje full corrupción. Antes, ya se reunieron con el gobierno. Su agenda: defensa del libre mercado. Ese es su evangelio. Sacarles la mugre a los necesitados.
Y ahora que tenemos la oportunidad de descabezar la organización criminal del fujimorismo, desenmascaremos al neoliberalismo chicha. A los heraldos de la inmunidad mercantilista. La derecha siempre gobernó este país. Yo los invito a la hora de los pobres sobrevivientes pero honestos.