Venezuela ha tenido a China como aliados históricos y es la industria petrolera la que ha permitido mantener dichos lazos. Fue en el 2018 cuando el mandatario Nicolás Maduro viajó a China para reforzar las alianzas con el gigante asiático y firmar convenios.
Hoy, en la refinería venezolana de Puerto La Cruz en el estado de Anzoátegui, las banderas de ambos países flamean para recordar que China es el apoyo que busca su golpeada economía para salir de la crisis.
Sin embargo, dicha alianza corre peligro. Según informa el portal BBC Mundo, las presiones de Estados Unidos sobre China se están materializando en obstáculos para que la nación china pueda concretar negocios con países aliados como Venezuela.
Una fuente citada por el medio extranjero sostiene que a las empresas chinas se les está pidiendo que el pago a sus proveedores sea en dólares. Además afirma que los bancos internacionales están poniendo trabas para el trámite de transferencias que tenga origen en el negocio petrolero venezolano.
Recordemos que en este caso, la administración Trump también ha demostrado su abierta oposición al régimen de Maduro. Por lo que las presiones impactan por igual a ambos países.
Se conoce que la petrolera estatal venezolana PDVSA habría cancelado un envío de 5 millones de barriles de crudo que tenían a China como destino. De avanzar estas presiones, Venezuela perdería el apoyo del país asiático así como el ansiado fortalecimiento de la industria petrolera que es el motor y sostén económico de dicho país.