México, el costo de la destrucción

BalanceDos terremotos en el lapso de 12 días le han costado a México grandes pérdidas humanas y millonarios daños materiales. ¿Cuáles serán las consecuencias sobre su economía? Aquí la respuesta.,México, el costo de la destrucción,México, el costo de la destrucción,México, el costo de la destrucción,Un video colgado en Youtube el martes 19 de setiembre daba cuenta de la destrucción causada en una carretera mexicana por el terremoto de 7.1 grados que castigó el país ese día. Las imágenes mostraban un puente prácticamente partido en dos, con su pista agrietada en varias partes. Un lado de la vía se encontraba cinco metros por encima del otro. Mientras la cámara avanzaba y mostraba la destrucción dejada por el sismo, una voz en off narraba: "Señores, me acaba de tocar el temblor en Cuernavaca. Muy cabrón. La carretera se cuarteó (...) se sintió horrible, ahorita que venía manejando. Miren como quedó. Se acaba de caer el puente hace pocos minutos, por poco y me toca", decía el automovilista autor del video. PUEDES VER Nuevas réplicas del sismo de Oaxaca causan cuatro muertos Con el paso de los días, además de las 293 víctimas mortales registradas hasta el viernes, también se han dado cifras del balance de los daños: cuarenta edificios destruidos en Ciudad de México, 2 mil 290 con daños y 500 de ellos con riesgo de colapso; tramos destruidos en dos de las más importantes carreteras (la vía México-Cuernavaca-Acapulco y la México-Puebla), y daños a la infraestructura y servicios en el Estado de México, Puebla, Morelos y Guerrero. De acuerdo con analistas económicos del banco Citibanamex, los daños de la tragedia ascienden a 21 mil millones de pesos (cerca de 1182 millones de dólares). La Ciudad de México, Puebla y el Estado de México, las más afectadas por el último sismo, representan en conjunto más del 25 por ciento del Producto Interno Bruto del país. Por eso, economistas mexicanos consideran que el crecimiento se paralizará por lo que resta del año. "Los sectores más afectados serían los de infraestructura carretera, portuaria, turística y la industria hotelera", señaló Carlos González, director de Análisis del Grupo Monex, al portal mexicano El Financiero. Los estados citados son una potencia en el sector servicios y, en menor medida, manufacturero. "Con más de veinte millones de habitantes, la capital y el Estado de México conforman la segunda conurbación urbana más poblada de Latinoamérica, y es sede de las principales empresas mexicanas. Toda la red de comunicaciones terrestres pivota sobre ella y su aeropuerto es el mayor de América Latina por número de pasajeros", citó una crónica del diario El País. Por eso, este segundo terremoto -hubo otro, el pasado 8 de setiembre- ha causado más daño económico que el primero. Volver a levantarse Hace 32 años, también un 19 de setiembre, un terremoto de 8.1 grados destruyó Ciudad de México y otras comunidades aledañas, dejando como saldo casi 10 mil víctimas mortales y perdidas por más de 3 mil 200 millones de dólares. El desastre sumió al país en una crisis de la que tardó en salir los dos siguientes años. En ese entonces, un detalle llamó la atención de la ciudadanía: la mayoría de entidades públicas, muchas de ellas recientemente construidas, se cayeron. Solo encontraron una explicación: hubo corrupción en los contratos de construcción. Esta vez, el panorama pinta difícil, pero no como en los terribles años 80. "Este tipo de tragedias suele provocar una pérdida en la producción a corto plazo, pero seguida por un ligero crecimiento en la construcción", señaló una analista del Grupo Bursatil Mexicano (GBM) a El Financiero, respecto al reciente terremoto. Por el momento, el desastre ha detenido parcialmente la actividad económica en el país, a diferencia de lo ocurrido con el terremoto del ocho de setiembre. A pesar de que ese primer sismo ha sido el más fuerte en los últimos cien años en México -8.2 grados-, no impactó tanto la economía del país porque los estados más golpeados por el fenómeno, Chiapas y Oaxaca, en el sureste mexicano, suman apenas la décima parte del PBI del país. Causó, eso si, pérdidas lamentables: 60 personas fallecidas y unas 80 mil viviendas dañadas. Igual, tener dos terremotos en dos semanas, ha causado crisis y conmoción. Y preocupación por el futuro. El gobierno federal y el gobierno de la ciudad de México cuentan con un fondo de poco más de 1,000 millones de dólares para atender la emergencia. El gobierno mexicano también tiene una suerte de seguro de emergencia llamado 'bono de catástrofe' en convenio con el Banco Mundial. "Su monto total -del bono de catástrofe- es 360 millones de dólares, de los cuales 150 millones pueden destinarse a reparar daños por sismos. Además de 100 millones y 110 millones que pueden ser para atender huracanes en las costas del Océano Atlántico y Pacífico, respectivamente", informó la cadena CNN. Uno de los requisitos del BM dice que para acceder al bono de catástrofe el país debe sufrir un terremoto de grado ocho o mayor. Considerando el sismo del 7 de setiembre, México puede contar con ese dinero. "Estimamos que los fondos con que contamos pueden permitir atender esta emergencia. Ya tenemos los censos y contamos con que los gobiernos locales y federales hagan su propio esfuerzo para que la suma de esos recursos pueda multiplicar la ayuda y logremos nuestro propósito de reconstrucción. Creo que con lo que hoy tenemos, y la asistencia internacional, estamos en la capacidad de salir adelante", ha informado el presidente Enrique Peña Nieto a la prensa. Peña Nieto y el jefe de gobierno de Ciudad de México, Miguel Angel Mancera, son las cabezas políticas visibles que encabezan las labores de ayuda. A ellos se suman los gobernadores de Puebla y Morelos, los otras zonas de desastre. El primer mandatario ha recorrido personalmente estos lugares y ha dicho que la prioridad es continuar con la búsqueda y rescate de las personas que puedan estar con vida bajo los escombros de los edificios caídos. Su liderazgo en esta situación podría acarrearle una despedida con dignidad: hasta hace unos días solo 28 por ciento de mexicanos aprobaba su gestión y un 69 por ciento la desaprobaba. Mientras que a Peña Nieto el terremoto del 19 pasado lo agarró camino a Oaxaca, donde iba a recorrer los lugares devastados por el terremoto del siete de setiembre pasado, a Mancera el desastre lo ha obligado a quedarse en su cargo como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México hasta nuevo aviso. El estaba considerando renunciar entre octubre o noviembre de este año para convertirse en el candidato presidencial del PRD en las elecciones de 2018. Mancera ha declarado zona de desastre a la capital del país, con lo que espera obtener fondos del gobierno nacional para iniciar la reconstrucción en cuanto las labores de rescate, limpieza y demolición de las estructuras en peligro de caer hayan culminado. Con la carrera electoral en el partidor, a muchos de los futuros candidatos su actuación en esta coyuntura podría significarles una subida o un bajón en las encuestas según lo que perciba en ellos la ciudadanía. Esta semana un millón y medio de mexicanos, mediante carta pública, emplazó a los partidos a dejar de lado sus intereses electorales y colaborar con los damnificados: pedían que donaran los fondos que el Estado les entrega y que iban a destinar a la campaña. El PRI y el PAN aceptaron. Por ahora, México se mueve entre la solidaridad de los brigadistas -los jóvenes han participado masivamente- y el miedo a una nueva tragedia. Sería demasiado. Con todo, esta vez el terremoto no ha dejado en ruinas al país y salvo el frenazo este año, parece que la lección aprendida el año 1985 los ha ayudado ha enfrentar en mejores condiciones el golpe telúrico -en este caso doble- de la naturaleza. (R.M.) • Alerta temprana CIRES Después del terremoto de 1985, México desarrolló un sistema de alerta temprana para los sismos. • Bocinas y mensajes Un sistema de sensores ubicado a lo largo de la costa del Pacífico hace sonar 8 mil 200 megáfonos en la capital federal. • Evacuación Veinte millones de personas en Ciudad de México tienen 60 segundos para evacuar. • Alerta SASMEX Desde 1989 tiene 12 estaciones y 97 puntos de control sísmico que alertan a seis ciudades mexicanas.