El Defensores del Chaco fue testigo del día en que Alianza Lima se quitó la ‘mochila pesada’ que arrastró por 30 partidos. Los íntimos celebran una victoria merecida y contundente para dar un grito de libertad —curiosamente el mismo nombre de su rival de turno—, para llevar su buen momento al nivel internacional y romper esa mala racha que los perseguía.
Aldair Rodríguez, el delantero criticado que no le importó adecuarse a un ‘nuevo’ puesto para sumar al equipo, y Pablo Sabbag, el hombre gol, fueron los dueños del grito de La Victoria. Como hace 20 años —frente a Olimpia—, Alianza celebra en Paraguay con presencia de ‘Chicho’ Salas, aquella vez como jugador y hoy como técnico.
La directiva hizo su trabajo a inicio de año formando un equipo con experiencia, de peso, de esos a los que no le puede ni debe pesar la camiseta en partidos como estos. El resto fue para el comando técnico liderado por Salas. Un entrenador nacional de corto recorrido, pero comprometido, y cuyo plantel muere con él y por él. Precisamente esa conexión se notó en el campo.
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Libertad en casa presionó, acorraló a los íntimos en el primer tiempo. La defensa blanquiazul y Campos tuvieron actividad ante el ataque paraguayo, que —para fortuna de los peruanos— no estuvo fino en el último toque. Es verdad, Alianza tuvo por momento espacios, pero sin muchas ideas.
Aldair Rodríguez comenzó la temporada en un rol secundario como pieza de recambio. Incluso, hace una semana tuvo que jugar de lateral derecho en la Liga 1 ante la ausencia de Gino Peruzzi y Edinson Chávez. Ante Libertad, sorpresivamente, arrancó de titular. Minuto 46 y llegó el premio a su insistencia.
Inspirado. Aldair Rodríguez abrió el camino a la victoria. Foto: EFE
Todo nació de los pies de Andrés Andrade, el jugador más claro que han tenido los íntimos en las últimas semanas. El ‘Rifle’ ejecutó con precisión un tiro libre que él mismo generó y encontró a Aldair con dirección al área. Ya en ella, el atacante de 28 años controló con el pecho y definió a placer ante Martín Silva.
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El gol solo fue ese envión anímico que necesita el goleador, la carta gol blanquiazul, para darle rienda suelta a su olfato goleador. Sabbag recibió el balón de Rodríguez y el ‘Jeque’ lo acarició con el borde interno del pie para colocarlo en un lugar inatajable para el portero, que no llegó pese a estirarse. Golazo íntimo.
El tanto del local llegó en los minutos de descuento a través de los doce pasos. Cardozo (94’) puso el 2-1 definitivo. Alianza celebra, el maleficio se ha roto, Alianza vuelve a ganar en la Copa Libertadores después de 11 años. Se inicia una nueva era blanquiazul.