México es uno de los países de Latinoamérica donde se perciben temblores de manera constante debido a su ubicación en el Anillo de Fuego del Pacífico, una de las zonas con mayor actividad tectónica en el mundo. Día a día, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) nos mantiene informados sobre los varios eventos sísmicos que se producen en su territorio.
"Cuando ocurre un sismo de magnitud considerable, las rocas que se encuentran cerca de la zona de ruptura están sujetas a un reacomodo. Durante este proceso se genera una serie de sismos en esta zona conocidos como Réplicas, las cuales son de menor magnitud y pueden ocurrir minutos, días y hasta años después del evento principal. El número de estas réplicas puede variar desde unos cuantos sismos hasta cientos de eventos", manifiesta el Servicio Sismológico Nacional de México.
Según el Servicio Sismológico Nacional: "Tsunami son olas de varios metros de altura producidas por un sismo cuyo hipocentro tiene lugar bajo el océano. Estos sismos hacen que el suelo marino se desplace en forma vertical, lo que genera un desplazamiento violento del volumen de agua que se encuentra por encima de este".
Para conocer esta energía y determinar la magnitud de un temblor se realizan cálculos matemáticos basados en los registros obtenidos por los sismógrafos de diferentes estaciones.
El SSN señaló que se mide la amplitud máxima de las ondas y la distancia a la que se encuentra la estación del epicentro, son introducidos a una fórmula, y así se obtiene la magnitud
Se distinguen tres zonas según el tipo de suelo:
- Zona I, firme o de lomas: situada en las partes más altas de la cuenca del valle, está formada por suelos de alta resistencia y poco compresibles.
- Zona II o de transición: posee características intermedias entre la Zona I y III.
- Zona III o de Lago: ubicada en las regiones donde antiguamente se encontraban lagos (lago de Texcoco, Lago de Xochimilco). El tipo de suelo consiste en depósitos lacustres muy blandos y compresibles con altos contenidos de agua, lo que favorece la amplificación de las ondas sísmicas.
Un sismo es un rompimiento repentino de las rocas en el interior de la Tierra. Esta liberación repentina de energía se propaga en forma de ondas que provocan el movimiento del terreno, según el Servicio Sismológico Nacional.
Hasta las 08:00 horas del 13 de diciembre de 2022 se han registrado 12,038 réplicas del sismo de magnitud 7.7 ocurrido en Michoacán el pasado 19 de septiembre, la más grande fue de 6.9.
De acuerdo a la página oficial del Gobierno de México, las regiones a sísmicas son zonas muy estables de la corteza terrestre en las que raramente se registran terremotos. Son sobre todo regiones muy antiguas de corteza de tipo continental (escudos).
Organismos especializados brindan pautas para una correcta actuación frente a un sismo:
- Mantener la calma e ir a las zonas seguras.
- Alejarse a las ventanas u objetos con vidrio.
- No estar cerca a zonas con carga eléctrica como postes o cables.
- Mandar mensajes de texto.
Las tres regiones de México dan muestra de que las zonas sísmicas se encuentran dentro de las Penisísmicas y Asísmicas. La actividad sísmica se debe al choque y rozamiento de las placas tectónicas que abarcan territorios como Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Colima, Jalisco, el sur de Veracruz, Tlaxcala, Morelos, Puebla, Nuevo León, Sonora, Baja California y el Estado de México.
Fue El 28 de marzo de 1787, un Oaxaca colonial se vio devastado por el que ha sido el terremoto más fuerte registrado en lo que hoy es México hasta ahora. Con una magnitud de 8.6, fue seguido de un tsunami que se adentró 6 kilómetros más allá de la costa.
El último temblor registrado en México sucedió hoy, martes 13 de diciembre, a las 06:09 horas al suroeste de Tonala, Chiapas. El movimiento sísmico tuvo una magnitud de 4.2 y fue a una profundidad de 16 km.
Último sismo en México. Foto: Twitter/@SismologicoMX
México registra una intensa actividad sísmica por hallarse en el Cinturón de Fuego del Pacífico, que une a América con Asia y donde ocurren la mayoría de los terremotos en el mundo.
Las tres regiones de México dan muestra de que las zonas sísmicas se encuentran dentro de las penisísmicas y asísmicas. La actividad sísmica se debe al choque y rozamiento de las placas tectónicas que abarcan territorios como Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Colima, Jalisco, el sur de Veracruz, Tlaxcala, Morelos, Puebla, Nuevo León, Sonora, Baja California y el Estado de México.
Según el Servicio Sismológico Nacional, el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) “emite avisos en el Valle de México cuando una serie de estaciones sensores localizadas a lo largo de la costa de Guerrero confirman la ocurrencia de un sismo de gran magnitud en esta zona”.