La galería Vigil Gonzales, en Urubamba, enclavada en el Valle Sagrado de los Incas, actualmente exhibe la muestra fotográfica e instalación del artista visual boliviano River Claure. La exposición se llama “Warawar Wawa” (Son of the Stars), cuyas imágenes y piezas instaladas están concebidas y producidas con base en el libro El principito de Antoine de Saint-Exupéry. Con “Warawar Wawa”, River Claure intenta mirar de otra manera a Bolivia, sin desconocer la cultura aimara y tampoco desvincularla de Occidente.
River Claure nació en Cochabamba, 1977. Estudió Artes Escénicas, Comunicación Visual y Fotografía Contemporánea y ha sido ganador del Premio Nacional Eduardo Abaroa (Bolivia) y la Beca Internacional de Fotografía XVIII Roberto Villagraz (España). Fue nominado al Joop Swart Master Class de World Press Photo y recientemente fue elegido como uno de los fotógrafos “Ones to Watch”, del British Journal Photography. Es parte del equipo de fotógrafos en Every Day Bolivia. Ha expuesto en Colombia, Chile, España, EEUU y Bolivia. En Colombia, la editorial Raya ha publicado Warawar Wawa, libro con imágenes de esta muestra.
river claure
El origen de “Warawar Wawa” nació cuando River Claure estudiaba en el Centro Internacional de Fotografía y Cine (EFTI), de España. El azar le puso en las manos el libro El principito, y mientras leía se formuló la pregunta de qué pasaría si el protagonista de ese libro fuera un boliviano.
El estudiante y artista se respondió con este proyecto fotográfico en que ensambla, de manera sincrética, una nueva visión de Bolivia desde la misma Bolivia. De allí también el nombre “Warawar Wawa”, que significa en aimara “hijo de las estrellas”, la forma de nombrar al Principito.
“Mientras leía, me pregunté por qué me imaginaba blanco y rubio al protagonista. Me di cuenta de que era un prejuicio, así que me imaginé cómo sería un Principito como yo, moreno, con bisabuelos provenientes de una comunidad andina que migró desde Calacota a la ciudad. Ahí salió la idea del Principito andino, una idea que desarrollé dos años más tarde cuando regresé a Bolivia y obtuve los fondos del Estado para materializarlo”, ha dicho River Claure en el portal Joia Magazine.
Y de eso se trata la muestra fotográfica y la instalación escultórica, en la que Claure utiliza panes, a manera de ladrillos, para realizar edificaciones. Es decir, como quien sugiere un país en construcción. Y eso es, tanto las fotografías como las “edificaciones escultóricas”, proponen una nueva mirada a Bolivia. Según Claure, bajo el concepto chi’xi, que utilizan las tejedoras aimaras y que significa “gris”, pero no solo como un color más, sino ese color es una base para crear sobre él otros colores. Lo gris recodifica todo.
El crítico Matías Helbig afirma que “Claure nos ubica entremedio de la concepción hegemónica y la concepción indigenista: reivindica las raíces de la civilización aimara, pero también nos señala, a partir de gestos estéticos cuidadosamente colocados, la presencia de Bolivia dentro de una economía global”.
Es la mirada de River Claure.