Los ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN comienzan este martes una reunión en Bruselas en la que Ucrania buscará reafirmar su solicitud de una invitación para sumarse a la alianza militar, una opción que Rusia considera "inaceptable".
El ministerio ucraniano de Exteriores afirmó el martes que la "única real" garantía de seguridad para ese país es la adhesión "plena" a la OTAN, en una declaración que generó una respuesta rusa inmediata.
En Moscú, el portavoz del gobierno ruso, Dmitri Peskov, dijo que la eventual adhesión de Ucrania a la OTAN es "inaceptable" para Rusia porqué representaría "un evento amenazante para nosotros".
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, se limitó antes de la reunión ministerial a reiterar el apoyo de la alianza militar a Ucrania, pero sin mencionar una eventual invitación a sumarse.
El proceso de aproximación de Ucrania a la OTAN, dijo Rutte, es "irreversible", pero no mencionó un calendario específico.
El ministro ucraniano de Exteriores, Andrii Sibiga, participará este martes en las reuniones en la sede de la alianza militar y en una "cena de trabajo" con la OTAN.
Hasta ahora la Alianza ha preferido la cautela y ha evitado ofrecer a Ucrania un calendario definido de adhesión.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha puesto en duda la continuidad de la ayuda estadounidense a Ucrania y es favorable a un rápido acuerdo entre ucranianos y rusos.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, pidió el domingo armas y garantías de seguridad por parte de la OTAN antes de cualquier negociación con Rusia para poner fin al conflicto armado entre los dos países.
Zelenski mantuvo el domingo una reunión con la nueva jefa de la diplomacia de la Unión Europea, la estonia Kaja Kallas, quien dijo a periodistas que "la garantía de seguridad más fuerte [que se puede ofrecer a Ucrania] es la membresía a la OTAN".
En la red social X, Kallas afirmó que "la UE quiere que Ucrania gane esta guerra".
Sin embargo, los países más influyentes de la OTAN descartan una adhesión inmediata de Ucrania por el temor de que todo el bloque se vea arrastrado a una guerra total con Rusia.
Fuentes diplomáticas de la OTAN apuntan que la Alianza Atlántica tiene ahora muy poco margen de maniobra porque los gobiernos de Joe Biden, en Estados Unidos, y de Olaf Scholz, en Alemania, están a punto de terminar.
Además, las mismas fuentes señalan que invitar a Ucrania sería una afrenta a Trump, que volverá a instalarse en la Casa Blanca en enero.
"Un gesto así, un mes antes de la llegada de la nueva administración, enfurecerá a Trump, quien actuaría en contra en forma inmediata", dijo un diplomático de la OTAN.
Trump ha reiterado su convicción de que puede poner fin a la guerra en cuestión de horas pero no ha ofrecido detalles de como espera lograrlo.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha criticado que Ucrania esté bajo un paraguas protector de la OTAN.
Mientras Ucrania presiona por la vía diplomática, en el terreno de combate sus fuerzas están cediendo terreno en el frente oriental, ante la demoledora ofensiva de Rusia.
En esa carrera contrarreloj, Ucrania busca obtener todo el armamento que pueda del gobierno de Biden, antes de la ceremonia de investidura de Trump.
En una reunión en Bruselas la semana pasada, Ucrania pidió a sus aliados que le proporcionen sistemas de defensa aérea capaces de derribar el nuevo misil balístico hipersónico experimental ruso Oreshnik.
Según los especialistas, sólo existen dos sistemas capaces de ello, a los que Ucrania hasta ahora no tiene acceso: el estadounidense Terminal High Altitude Area Defense (THAAD) y el Arrow, desarrollado por Israel y Estados Unidos.
del-ob/ahg/pc
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