Los hidrocarburos son un "regalo de Dios", declaró este martes el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliev, anfitrión de casi 200 países reunidos para luchar contra el cambio climático en la COP29 de Bakú.
"Me pueden citar cuando digo que es un regalo de Dios. Quiero repetirlo aquí hoy, ante esta audiencia", declaró Ilham Aliev en la apertura de una cumbre de líderes mundiales en la COP29.
"El petróleo, el gas, el viento, el sol, el oro, la plata, el cobre, todos (...) son recursos naturales y no se debe culpar a los países por tenerlos ni por llevar estos recursos al mercado, porque el mercado los necesita", dijo.
"La gente los necesita", insistió.
Azerbaiyán cuenta con 7.000 millones de barriles de reservas probadas de petróleo y fue uno de los primeros lugares en el mundo en iniciar la producción comercial de petróleo.
Desde que ganó su independencia de la Unión Soviética en 1991, Azerbaiyán ha producido más de mil millones de toneladas de petróleo y planea aumentar su producción de gas natural en más de un tercio en la próxima década.
Los ingresos de la producción de petróleo y gas representan aproximadamente el 35% del PIB del país y casi la mitad del presupuesto estatal.
Alrededor del 75% de las exportaciones de energía de Azerbaiyán se destinan a los mercados europeos.
La Comisión Europea firmó en 2022 un acuerdo con Bakú para duplicar las importaciones de gas desde el país, con el objetivo de reducir la dependencia de Europa del gas ruso, un acuerdo que Aliyev defendió en su discurso.
"No fue idea nuestra", dijo.
"Nos pidieron ayuda y dijimos que sí, que ayudaríamos a Europa con su seguridad energética".
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) afirma que seguir explotando el petróleo y el gas es incompatible con el objetivo de mantener las temperaturas por debajo de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.
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