Rio aparca su estilo relajado y se blinda para el G20
25.000 uniformados, 5.000 cámaras de seguridad y vehículos militares bajo las palmeras: las zonas turísticas de Rio de Janeiro abandonaron su habitual estilo relajado para convertirse en un fortín hipervigilado para la cumbre del G20.
La 'cidade maravilhosa' acoge lunes y martes los líderes de las mayores economías mundiales menos de una semana después de que en Brasilia un hombre con explosivos intentara ingresar a la corte suprema y acabara autodetonándose, un ataque que encendió todas las alarmas en el país.
Desde el jueves, tanques militares están apostados en diferentes puntos, incluyendo las cercanías del Museo de Arte Moderno, sede del evento, ubicado en el centro, frente a la bahía de Rio.
Las calles están vigiladas además con unas 5.000 cámaras, drones y helicópteros.
El plan pretende velar por los miles de asistentes de 55 delegaciones, custodiar los hoteles donde se hospedan y acompañar los desplazamientos de los convoyes oficiales, algunos de los cuales tienen hasta 25 vehículos, como el del presidente chino, Xi Jinping.
Para facilitar la circulación, las autoridades municipales decretaron un "megaferiado" de seis días aprovechando dos festivos.
El acceso a las playas de Copacabana e Ipanema y el Aterro de Flamengo, una enorme zona de ocio con parques y canchas deportivas, están restringidos, probablemente el mayor inconveniente para los cariocas, que se vuelcan a ellos en los días festivos.
"Voy a aprovechar el máximo este puente y lo voy a pasar fuera de Rio", dijo Leandro Carilleo, un jubilado de 75 años que paseaba junto a la playa de Copacabana.
"A nadie se le impedirá circular, pero debe entender que tendrá que planificar porque Rio no vivirá un período normal", dijo el alcalde Eduardo Paes, que pidió "la colaboración" de la ciudadanía.
Realizar un evento de esta magnitud en el corazón de Rio es "desafiante", dijo el presidente del comité municipal de la organización del G20, Lucas Padilha.
Además de por sus fascinantes paisajes, Rio es conocida por la violencia criminal, concentrada en las favelas: en el primer semestre del año se registró en promedio un homicidio cada dos horas y media, según el Monitor de la Violencia.
Apenas tres semanas atrás, un intenso tiroteo en una favela contigua a una de las principales arterias de la ciudad dejó tres personas muertas y desató escenas de pánico.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva activó la Garantía de Ley y de Orden, el protocolo de máxima seguridad, que da atribuciones a las Fuerzas Armadas en situaciones muy graves de "perturbación del orden".
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