Diagnóstico. Según estudio de Protransporte. Allí se indica que prefieren verlos dedicados a un negocio. Este informe revela, además, el duro trajín de los choferes y cobradores.,Eduardo Salinas. A diario, el chofer de cúster Rubén Paredes recorre la Carretera Central y otras pistas de Lima viviendo la 'guerra del centavo'. Es decir, compite como mejor puede para conseguir el mayor número de pasajeros, sin medir el grado de estrés, el calor, el intenso tráfico. Ante este panorama, la pregunta parece necia: ¿le gustaría que su hijo sea transportista? La respuesta: No. Según un estudio realizado por Protransporte, el 95,1% de choferes no quieren que sus hijos sean transportistas a pesar de que la mayoría de ellos afirman que de perder su trabajo seguirían vinculados al transporte público. El 95,02% de propietarios opinan lo mismo, así como los cobradores (94,75%) y los propietarios (90,77%). "En caso de que perdieran su trabajo, la investigación indica que los empresarios (67.18%) quisieran mantenerse vinculados al transporte, luego los propietarios (61,18%), los choferes (50,81%) y los cobradores (39,02%). A pesar de ello, prefieren que sus hijos se dediquen a otro oficio porque existe un estigma negativo en el transporte; es más, ellos desean que sus hijos realicen un negocio", indica Claudia Bielich Salazar, responsable de área de mitigación de impactos sociales de Protransporte. La funcionaria continúa explicando: "Existe como una historia profesional dentro del transporte, porque el personaje se inicia como cobrador, luego asciende a chofer, de ahí consigues dinero y te compras una unidad, la expectativa de todos es llegar a ser empresario... Es difícil que salga porque está haciendo carrera". PRÁCTICAS MAFIOSAS Mientras Rubén Paredes conduce su cúster por la congestionada Carretera Central indica que el 'Chosicano' que maneja es de propiedad de un conocido suyo, y para usar esa unidad debe de pagarle por día S/. 120 por cada vuelta, además debe de tener separado el dinero para el petróleo. Humberto Valenzuela Gómez, jefe de proyecto de los 5 corredores viales, indica que en la mayoría de los casos un chofer y un cobrador no tienen vínculo laboral con la empresa donde trabajan. El propietario de una o varias unidades paga un derecho al empresario transportista, quien tiene la concesión de la ruta, además de otro derecho para que la unidad salga a trabajar. Valenzuela indica también que hay otras empresas que cobran por estacionamiento, limpieza, hasta algunos obligan al transportista a echar combustible en su grifo, pero lo más escandaloso es que las empresas revenden el SOAT (doblando el valor real) a los propietarios y si no lo compran no le entregan la tarjeta de circulación. "La empresa cobra un cupo a los propietarios de los vehículos para que puedan acceder a la ruta. En Lima las empresas no tienen los vehículos a su nombre, entonces no tienen que invertir en repararlo, no tiene a sus trabajadores en planilla. En resumen no tiene muchos egresos, si no ingresos", comentó Humberto Valenzuela, quien añadió que las empresas no tributan impuesto ante la Sunat, creando un servicio informal. Ante este panorama, el estrés recae en el chofer y cobrador de una combi, que se dedica a luchar por conseguir cada pasajero que se encuentra en la calle. Claudia Bielich, de Protransporte, comenta que todo el importe de los pasajes que ingresan durante la mañana cubre el derecho de usar el vehículo. "Ya a partir de la tarde y la noche los ingresos serán para ellos, por eso están obligados a trabajar tantas horas. En el estudio encontramos que el 54,8% de choferes trabajan más de 15 horas, mientras que los empresarios (43,9%) laboran solamente entre 5 y 8 horas", puntualizó. Y al final, tras la extenuante jornada laboral, marcadas por el tráfico, las largas horas de trabajo y luego de pelearse con todo el mundo el 53,4% de choferes, como es el caso de Rubén Paredes, termina recaudando al mes un ingreso de S/. 1.000 a S/. 1.500, mientras que los cobradores (55,7%) ganan de 500 a mil soles, y, mucho más descansados, los empresarios y propietarios superan sus ingresos. UNA REFORMA INDISPENSABLE La reforma del transporte que fomenta la Municipalidad de Lima permitirá que la realidad del chofer cambie, porque ellos trabajarán 8 horas diarias y pasarán a planilla, además tendrán un seguro. Aunque, los transportistas temen que el ingreso mensual sea menor porque al acceder a los seguros habrá un descuento, como indica la ley. "Otro problema que hemos identificado es que estamos trabajando con personas que reciben sus ingresos diarios, pero al cambiar el sistema, sus remuneraciones tendrán que ser mensuales o, en el mejor de los casos, quincenales", comentó Claudia Bielich, de Protransporte. Mientras tanto los empresarios también se sienten animados con la reforma del transporte. "Nosotros estamos propiciando la consolidación empresarial de los transportistas, por ello se están formando consorcios para participar en la reforma del transporte", dijo Valenzuela.