La artista actualmente exhibe en el Icpna la muestra antológica “Energías sociales/fuerzas vitales”.,El arte de Natalia Iguíñiz nunca reposa. Siempre está en ristre. A veces lo hace en lienzos, papel, paredes, pero siempre interpelante, crítica, sobre todo en defensa de las mujeres. El Icpna exhibe su muestra “Energías sociales/fuerzas vitales”, antología de 25 años de trabajo. PUEDES VER La Libertad: Otuzco cerró el mes con el tradicional 'Carnaval Machino' [FOTOS] -¿Expone todo lo pensado, todo lo actuado, todo lo vivido? Es una mezcla de todo lo pensando, todo lo actuado, lo vivido, lo sentido. Son muchos años, muchas emociones, muchos momentos distintos de mi vida privada, pero también de nuestro país. Entonces, es una combinación de cosas entre lo público, lo privado, lo productivo, lo reproductivo. Y esta muestra es buen momento de hacer un balance. En su arte, ha recurrido casi a todas las disciplinas. Era lo que me impedía ver una línea en mi trabajo. Por eso esta muestra es muy interesante, la propuesta de Miguel López de hacer esta curaduría y su visión de estos 25 años de trabajo permiten justamente poner en diálogo eso tan íntimo, pero a la vez tan social, tan político, tan público. Para mí es fundamental esa fricción, y también esa complementariedad. -¿No se ha extraviado al manejar el rigor ético con el rigor estético? Me he extraviado muchísimas veces y he tenido muchas cosas fallidas, muchos errores. Como todos… Muchos trabajos que salieron muy mal, pero de todo se aprende. Uno, con los años, aunque no hay garantías, va aprendiendo a encontrar el pulso de hasta dónde uno invade o puede llegar a agredir a una persona, pero la intención es interpelarla, hacerla pensar o conectarla con algo que quizás estuvo oculto. No es fácil encontrar el equilibrio ético. Su arte siempre cuestiona, además es arte de acción. Yo tengo la ilusión de que algo se puede mover con lo que hago. No porque el arte tenga la función de, sino porque me anima la posibilidad de mover algo, aunque sea muy pequeñito en las persona que ven mis cosas. Hace tiempo hice una reunión de mi trabajo grafico que se llamó “Grafica para la acción”. Tu pregunta me ha hecho recordar ese lado de mi obra. Yo me he metido en todas las disciplinas artísticas, pero aprendo, me asesoro, trabajo con gente, esa posibilidad de siempre estar saliéndome de mi comodidad. -¿Su arte tiene una conciencia política? ¿Apunta a eso? Depende de cómo entendemos política. Pero sí creo que cuando uno sale al espacio público y sale a tratar de incidir o de dialogar con los imaginarios más extendidos que hay sobre sexualidad, sobre qué significa ser mujer, sobre violencia, estás en el juego político. Su arte se define contra el poder y de adhesión al feminismo y a las mujeres. El poder está en cada uno, todos ejercemos de alguna manera poder. Pero sí creo que hay un poder más público. El poder político… El poder político y económico que está en manos de los hombres, de un tipo de varones, específicamente. Creo que eso tiene que cambiar. Las mujeres vamos por la paridad. -¿Cómo artista, enfrentó al fujimorato? Mira, parece que ese periodo no hubiera acabado. Lamentablemente vemos eso con el indulto a Fujimori, con el hecho de que no hayan condenado a Adriano del Pozo. Siento que estamos en un retroceso, que estamos volviendo a los peores años del fujimorismo. Yo crecí con el conflicto armado interno y al tipo de temor al que llegamos, al tipo de precariedad y vulnerabilidad que fue terrible. Creo que eso está metido en todos nosotros. -¿Votó por Kuczynski? Fue un voto como el que hemos tenido ya muchos años, el mal menor. No imaginé que iba a traicionar a las víctimas del conflicto de esa manera, no imaginé que iba a dar el indulto, ni que iba a darles la espalda a las víctimas de esterilizaciones forzadas. No se puede revertir una violencia tan estructural como la que vivimos las mujeres, mejorando la línea 100, ni los servicios posviolencia. Tiene que haber una política de Estado de prevención desde los colegios, desde cada institución, desde todos los avances que se han venido haciendo, que ahora se encuentra como detenidos. La primera ministra también sale cada vez que puede a decir algo sobre la violencia contra la mujer, pero finalmente no vemos que el Ministerio de la Mujer tenga más presupuesto, no vemos que haya plata extra en el Ministerio del Interior para capacitar a policías, no vemos que las fiscalías o juzgados tengan dinero extra para capacitar a jueces y fiscales. Yo siento decepción, aunque es verdad que no tenía grandes expectativas tampoco. Sabíamos quién era Kuczynski, de donde venía, qué intereses representaba. Lo sabíamos, pero sí me parece muy duro que habiendo ido a buscar el voto de las víctimas de Fujimori, les haya dado las espaldas de esa manera. Es una traición. ❧