Sociedad

La construcción informal rebasó las posibilidades de control en Cusco, según especialista

Entrevista a Jesús Hernán Aráoz Becerra, integrante de la comisión de Patrimonio del Colegio de Arquitectos de Cusco, sobe la calidad arquitectónica y el crecimiento demográfico.

Claro. Araóz explica la crisis en que esta la ciudad de Cusco.
Claro. Araóz explica la crisis en que esta la ciudad de Cusco.

¿Por qué el Colegio de Arquitectos considera que Cusco está en riesgo?

Tenemos un borde urbano con baja calidad arquitectónica. Hay muchas edificaciones de varios niveles sin acabar, con los muros de ladrillo estructura de concreto a la vista descubiertos. Construcciones en laderas y faldas de los cerros. Edificaciones que vulneran las normas urbanísticas en el mismo centro histórico, construcciones que desdicen de la condición histórica que tiene la ciudad del Cusco que no solo es patrimonio cultural de la Nación, sino también patrimonio cultural de la Humanidad declarado por la Unesco en 1983.

¿La población también está en riesgo?

Las zonas noroeste, sureste. Todo está ocupado por construcciones de diversas características. Hay construcciones que muestran un alto riesgo. Eso se ha visto palpable hace años cuando hubo una temporada de lluvias bastante drástica donde hubo una serie de desastres con el colapso de muchas edificaciones mal construidas. Eso puede volver a ocurrir.

¿Cómo se controla el crecimiento demográfico? La gente ya no tiene donde vivir.

Es cierto, existe un crecimiento demográfico, pero también existe un plan urbano, existe el Plan Maestro del centro histórico del Cusco que fue actualizado el 2018, instrumentos jurídicos que deben respetarse. Primero creo que tendría que existir una campaña de sensibilización en el centro histórico y estudiar qué es lo que ha sucedido realmente en la ciudad. A partir de los 90 se ha producido un fenómeno de gentrificación, es decir que los ocupantes originarios de la ciudad, han sido desplazados a otros sitios y las zonas monumentales fueron ocupadas por servicios para el turismo, restaurantes, hoteles. Inversores que han comprado los inmuebles. Algunos se adaptaron a las normas, otros no.

¿Cuáles son las zonas críticas en el centro histórico?

San Blas es un barrio tradicional que tiene unas calles con una escala urbana muy agradable y es zona de visita de muchos turistas. Pero si uno se para en la propia plaza y ve hacia arriba, donde está el cerro, vemos construcciones de todo tipo en la ladera, construcciones inacabadas, no tienen pintura, de varios pisos, entre otros. Ahí se ha producido una serie de transgresiones y aberraciones.

¿Hay una colisión entre patrimonio y turismo?

No es que el turismo sea malo, sino que hay que conducirlo. El turismo ha propiciado a través de las inversiones el rescate de muchas casonas que se han convertido en hoteles y gracias a ello han podido ser restauradas y puestos en valor. Pero, por otro lado, hay otro tipo de gente que ha transgredido las normas y ha alterado el patrimonio, ha modificado, ha construido arbitrariamente. Incluso muchas construcciones tienen licencia de construcción, pero han transgredido los parámetros urbanísticos.

¿Qué se debe hacer ante esas transgresiones?

Se tiene que aplicar toda la fuerza de la ley y posibilitar la demolición de las construcciones que alteran el entorno urbano y aquellas que, aun contando con licencia, vulneraron las normas. Han construido por encima de lo que ha sido aprobado. Todas esas construcciones arbitrarias deberían ser demolidas.

¿Qué o quién está fallando en esa tarea?

Pienso que la construcción informal ha rebasado las posibilidades de control. La municipalidad de Cusco es la que tiene la batuta de fiscalización, pero no existe el personal suficiente para hacer las labores de supervisión.

¿Son solo limitaciones o hay irregularidades también?

Debe hacerse una investigación exhaustiva para aplicar las sanciones más drásticas. A quienes presumiblemente estuvieron incurriendo en actos de corrupción.

¿Amerita una declaratoria de emergencia?

Sí. Se necesitan medidas más efectivas. Lamentablemente, la construcción informal ha rebasado las acciones de las instituciones. El municipio se ha visto prácticamente acorralado y esto ha sido mucho más drástico en la pandemia.

Durante la pandemia se ha empezado a construir sin contar con las autorizaciones en el propio núcleo del centro histórico, donde existen edificaciones que claramente vulneran el Plan Maestro del centro histórico y otras normas urbanísticas.

¿Qué podría pasar si todo sigue igual?

Tenemos un riesgo inmediato. El Cusco es una ciudad vulnerable. Ha soportado varios sismos a lo largo de su historia. Tenemos los acontecimientos más cercanos. El terremoto de 1950 destruyó gran parte de los monumentos que tuvieron que ser restaurados y se perdieron alrededor de tres mil casonas del centro histórico a raíz del sismo conforme lo menciona la misión Kubler que vino a solicitud del gobierno peruano por disposición de la Unesco, esto está debidamente registrado. Igualmente, el 5 de abril de 1986 hubo un sismo de considerables proporciones que afectó a muchas casonas que ya tenían deterioro. Los templos de la ciudad fueron afectados y tuvieron que ser restaurados como la catedral, La Compañía, Santo Domingo.

¿Se podría perder el título de la Unesco?

Sin duda, tenemos ese riesgo. Si seguimos consintiendo una construcción desmedida sin control, sin someterse a las normas constructivas y alterando la imagen urbana de una ciudad histórica. Sin duda corremos el riesgo de que la Unesco nos quite la condición de que Cusco siga siendo una ciudad patrimonio cultural de la humanidad

Es una tarea muy compleja. ¿Por dónde empezar?

Invocaría a mis conciudadanos a que tengan una mayor sensibilidad. Es justo que existan inversiones, pero que sean racionales y que tengan la calidad arquitectónica de una ciudad histórica. Las instituciones tienen que reforzar sus acciones. El Legislativo debe dictar medidas más drásticas en salvaguarda del patrimonio. Con preocupación hemos visto la proliferación de construcciones en el entorno de Sacsayhuaman. Es un espacio muy complejo donde no podemos olvidarnos que, aparte del patrimonio cultural, también hay poblaciones y comunidades campesinas que tienen una serie de problemas. Estos problemas complejos deben resolverse como un acuerdo entre la sociedad civil y la institucionalidad. Es la única forma de salvaguardar nuestro patrimonio que es el signo inequívoco de identidad, no solo de cusqueños, sino de todos los peruanos.