Las prácticas ambientales apuntan a conservar el bosque, la biodiversidad y los recursos hídricos en el Bosque de Protección Alto Mayo (BPAM) en la región San Martín. ,Iván Reyna Ramos / Revista Rumbos Más de 900 familias del Alto Mayo se están beneficiando con la ejecución del programa denominado “Acuerdos de Conservación” donde participan el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP), Conservación Internacional (CI) y la Asociación Ecosistemas Andinos (ECOAN). PUEDES LEER: Kosñipata, el futuro verde es ahora Cultivo de la pitajaya como especie nativa del BPAM. Foto Alejandro Tello El Acuerdo de Conservación consiste en que el poblador (en su mayoría colono) dentro y fuera del Bosque de Protección Alto Mayo firme un documento con el compromiso de no deforestar el bosque primario, no contaminar las fuentes de agua y suelo, no cazar animales en peligro de extinción y apoyar al Estado en las labores de patrullaje. Los Acuerdos de Conservación ayudan en la salubridad, economía de los beneficiarios y la gestión del área protegida mediante un Contrato de Administración en manos de Conservación Internacional. Y de parte de las instituciones involucradas está el de apoyar a las familias suscriptoras con la implementación de diferentes estrategias de conservación: cocinas mejoradas, baños secos ecológicos, manejo de residuos sólidos, biohuertos, crianza de animales menores y otros. Es así que el SERNANP se encarga de la parte normativa como responsable del área natural protegida. Conservación Internacional cumple la función de financiar el proyecto y ECOAN es la responsable de implementar los acuerdos de conservación mediante la asistencia técnica. Se trata de una experiencia única del Estado peruano en relación a la recuperación de tierras degradadas y cultivos orgánicos en un área natural protegida. El agricultor antes deforestaba para sembrar café. A los dos años abandonaba el terreno y deforestaba otro bosque. Y así avanzaba la deforestación. Hoy, bajo prácticas sostenibles, técnicas apropiadas y de fertilización se vuelve a utilizar el mismo terreno. Hay menos deforestación. Fruto de la pitajaya. Foto Iván Reyna El equipo de RUMBOS visitó el anexo de Nueva Zelandia (distrito de Segunda Jerusalén, provincia de Rioja), donde viven una veintena de familias, casi todas forman parte de los Acuerdos de Conservación. Allí se entrevistó con Gricerio Carrasco Vásquez, quien fue el primero en firmar los Acuerdos de Conservación. “Al inicio veíamos con desconfianza la propuesta porque había rumores de que nos iban a sacar de aquí, y porque ya antes hubo otra institución que solo nos daba charla en Rioja y nunca venían al campo. Hoy los técnicos trabajan con nosotros, recibimos apoyo, y hasta hemos aprendido a combatir la enfermedad de la Roya que ataca el café”, señala. En ese sentido, el director de ECOAN Constantino Aucca y el coordinador del proyecto Ing. Jose Oriel Altamirano, explican que “el trabajo de implementación de los Acuerdos de Conservación se ha basado en los estudios de factibilidad y en la realidad del morador. Por ejemplo, se hicieron los estudios de: tipos de suelo, tipos de abonos que requerían, variedades de café aparente para el tipo de suelo, se seleccionó a los técnicos para que trabajaran en el campo junto con los agricultores, etc.”. Equipo del SERNANP, ECOAN y CI, coordiando actividades de trabajo. Foto Iván Reyna Es así que las familias cuentan con cultivos de café orgánico en variedades como típica, borgón, caturra, catuay, catimores. Han empezado a cultivar pitajaya amarilla, una especie nativa encontrada en el bosque. Implementan un vivero con especies ornamentales y maderables; baños ecológicos composteras; cocinas mejoradas y tratamiento de residuos sólidos. Es que la certificación de comercio justo exige parámetros de salubridad y mejora de las viviendas, lo que todo suman al final. Pero ahí no queda el trabajo. Los suscriptores y las instituciones han formado la Cooperativa de Servicios Múltiples Bosque del Alto Mayo (COOPBAM), con la finalidad de encontrar acceso al mercado cafetero y a precios razonables, donde no intervengan los intermediarios. Para esto, el SERNANP, en el 2016, le otorgó la autorización de sello de Comercio Justo para los mercados internacionales. Hoy exportan a Estados Unidos y Alemania. Ha mejorado la economía de las familias. Al respecto, Hittler López García, especialista en control de calidad del café, dice que a mayor altura el café es más rico, y por eso se han creado dos marcas: el “Quinde Gourmet” que hace referencia a la cantidad de colibríes dentro del bosque y que es de primera calidad, y el “Juku” que recuerda el canto de la lechucita bigotona y que su calidad se mantiene después del quinde. Felícita Vega, en cocina mejorada. Foto Alejandro Tello Efectivamente, en el BPAM se encuentra la lechucita bigotona, única en su especie. También hay seis especies de mamíferos en peligro de extinción; el mono choro de cola amarilla; una variedad de orquídeas y una biodiversidad incontrastable; y 14 microcuencas de aguas que tributan al río Mayo y que alimentan a más de 250,000 habitantes. “Hace unos años solo se contaba con un guardaparque, pero con la alianza de Conservación Internacional hoy tenemos 30 guardaparques, y por lo tanto hay más control y vigilancia en las 182,000 hectáreas que cuenta el área natural protegida”, destaca Gustavo Montoya Gamarra, jefe del Bosque de Protección Alto Mayo.