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Sociedad

La fotografía en tiempos de COVID-19: fotos por facetime, la nueva modalidad para trabajar

Tres fotógrafos nos cuentan cómo afrontan la crisis económica desatada por el nuevo coronavirus. El e-commerce, sesiones por Facetime y la implementación de estudios en casa, surgen como alternativas.

La pandemia por el nuevo coronavirus puso en jaque diversos sectores económicos. El de la fotografía independiente, por ejemplo, enfrenta ahora nuevos desafíos: buscar formas de realizar su labor y adaptarse en medio de posibilidades de contagios, toques de queda y protocolos de bioseguridad.

Es así que con la reanudación de actividades y la escalada del e-commerce, una tendencia que se espera siga en aumento, los artistas visuales prefieren buscar nuevas alternativas para su rubro, identificar oportunidades y continuar viviendo de lo que aman.

En esta nota, recopilamos los testimonios de tres profesionales del sector que nos cuentan cómo enfrentan la crisis sanitaria y económica, escenario complicado para todas las especialidades y oficios peruanos.

La fotografía de productos

La fotografía es un arte que requiere de muchos elementos. El más primordial es la habilidad y el ojo de quien esté detrás del lente, pero también influyen los equipos, la disposición de luz y hasta la temperatura, de acuerdo al tipo que sea.

Dentro de este rubro hay distintas especialidades, como de retrato, de producto o paisajista. Esta última, así como la de bodas o de eventos sociales, es una de las que más se ha visto perjudicada con el estado de emergencia, en general, explica Dante Funegra, director de Visión Propia Studio y docente en distintas universidades peruanas.

“El inicio fue la parte más fuerte”, relata. “El sector se tuvo que paralizar, posponer o en otros casos cancelar completamente trabajos”, explica, y hace hincapié en que esta situación también ha aportado a impulsar una nueva forma de hacer negocios, que ya venía sigiloso desde hace algunos años y en que en el Perú aun hay mucho que desarrollar: el e-commerce.

“La fotografía de producto se ha reforzado por lo mismo que las personas están llevando nuevos emprendimientos. Todos han necesitado fotos para vender”, sostiene Funegra.

El proceso de adaptabilidad se ha visto en todos los sectores productivos y en el rubro del arte visual no es la excepción. Para hacer fotografías de productos, los clientes envían a través de un servicio de delivery lo que quieren que sea fotografía. Además, si quieren ver cómo va el trabajo, se realiza seguimiento a través de videollamadas.

Reinvención en tiempos de pandemia

Midchel Meza, fotógrafo publicitario que labora también por cuenta propia, sobre todo en eventos sociales, resalta que el cierre de actividades nocturnas afectó mucho su sector. “Lo que ha hecho es que mucho de nuestros colegas vean una nueva forma de hacer imágenes, como por ejemplo, sesiones por FaceTime. Otros han tenido que cambiar y adaptarse, como el caso de la fotografía de producto por el e-commerce”, señala.

Explica que hacer retratos por FaceTime fue una alternativa ante la crisis.”Lo que hacemos es coordinar un día y una hora vía Facebook o Zoom. Luego se ubica la computadora o el móvil y se trabaja de acuerdo a la perspectiva visual que tenga el fotógrafo”, detalla.

Sin embargo, si antes este sector requería de mucho esfuerzo para subsistir, en esta situación atípica, los fotógrafos han tenido que desarrollar actividades complementarias. “He tenido que hacer otros trabajos, como editar, hacer posproducción o comisiones que algunas agencias me mandaban”, comenta Meza.

Por otro lado, para el fotógrafo, su sector es uno de los que más se ha visto afectado con la pandemia del coronavirus, debido a que se realiza, la mayor parte del tiempo, en contacto con las personas y un equipo de trabajo. A esto, considera, se suma que no ha habido un apoyo del Gobierno a su rubro.

“No se ha visto una medida que pueda ayudar, una que haga que los ingresos no se vean afectados. El sector independiente es aproximadamente el 35% de todos los trabajadores formales en el país y en ellos están incluidos los fotógrafos”, resalta Meza.

Suspensiones

La crisis sanitaria ha pospuesto infinidad de acuerdos y compromisos desde su propagación, en diciembre. Y las actividades pactadas por fotógrafos no fueron la excepción.

“Yo tenía programado eventos para las fechas de fines de marzo, abril, mayo, hasta junio, se tuvo que suspender y en algunos casos cancelarlo”, cuenta Stalin Colqui Girón, quien también se dedicaba a la fotografía de eventos sociales.

En su caso, la adaptabilidad y la visión para abastecer la demanda de fotografía de productos también fue importante.“Lo que está sosteniendo es la fotografía de e-commerce, porque ahora hay personas que están vendiendo online”, recalca Colqui.

Sin embargo, para ello, ha tenido que comprarse más equipos para realizar los trabajos de sesión, ya que antes lo hacía en lugares públicos, como parques o playas. “Ahora tengo que hacerlo en lugares cerrados, como en mi casa, donde he instalado un estudio fotográfico”, sostiene.

La pandemia y sus estragos en los empleos independientes

De acuerdo a un informe del Instituto Peruano de Economía, cerca de 4.7 millones de empleos fueron afectados por la paralización de actividades. La Micro y Pequeña Empresa (MYPE), los independientes e informales, fueron los más desprotegidos ante tal escenario.

“Si bien el impacto es principalmente delimitado por el sector económico y la condición de formalidad, las dificultades financieras son más sensibles en las microempresas, pequeñas y medianas empresas”, apunta el estudio.

El inicio de la fase 4 del plan de reactivación económica estaba planificada para agosto, pero fue desestimado debido al aumento de contagios diarios en el país. Hasta que esta situación pueda normalizarse, fotógrafos como Dante, Midchel y Stalin deben acomodar sus formas de trabajar y reinventarse para salir adelante tras esta pandemia.