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Sociedad

Un solo médico para atender a 11 mil personas de 39 comunidades nativas contagiadas con Covid-19 en Loreto

La comunidad Achuar de Pucacuro hace un llamado al gobierno ya que el 90% de la comunidad estaría infectada. “No hay medicamentos, ni parcetamol, los niños lloran, la gente se desespera”, revela el apu Emerson Macushua.

Centro de salud cerrado,  comunidad Achuar Pucacuro, en Loreto, hace un llamado al gobierno ante el aumento de casos por el COVID -19.
Centro de salud cerrado, comunidad Achuar Pucacuro, en Loreto, hace un llamado al gobierno ante el aumento de casos por el COVID -19.

Un llamado urgente de auxilio hizo la comunidad Achuar Pucacuro, en Loreto, ante los casos de pacientes graves que se han reportado por el Covid-19, dentro de los cuales se encuentran niños, mujeres embarazadas y adultos mayores con enfermedades prevalentes como diabetes. Asimismo, dijeron que un solo médico de un centro de salud que ha cerrado, es el encargado de atender a 39 comunidades del distrito en el que habitan más de 11 mil personas.

“Casi toda la comunidad está infectada. La gente se desespera, cómo lloran los niños… No hay nada, no hay medicamentos, ni paracetamol”, comenta el apu Emerson Mucushua, de la comunidad de Pucacuro, quien también se encuentra en cama, pues desde hace tres días arrastra una fiebre alta, mientras que otros comuneros están en las mismas condiciones y con problemas respiratorios.

Según informó el Observatorio Puinamudt se estima que el 90% de la población de Pucacuro estaría infectada y reportó la crisis y el colapso sanitario que se vive en las localidades amazónicas y comunidades indígenas. De acuerdo a informes de las autoridades, la comunidad tiene una población que supera las 800 personas y la calamitosa situación podría ser similar en otras comunidades de la zona.

Ante dicha situación, el apu Emerson Mucushua hizo un llamado de ayuda urgente y pidió a las autoridades una intervención inmediata con medicinas, alimentos y los bonos de apoyo económico prometidos por el Presidente de la República. “La gente, al estar enferma, no puede ir a pescar ni a la chacra, y el abastecimiento que habían reunido se acabó. Apenas tenemos plátano y yuca”, indicó el dirigente.

La denuncia y el contagio

El pasado 20 de abril una delegación, encabezada por el alcalde Lorenzo Chimborás, recorrió más de veinte comunidades de los pueblos Achuar y Urarina, ubicadas en la cuenca del río Corrientes para distribuir alimentos. En aquella oportunidad desembarcaron en la comunidad Pucacuro, donde parte de la tripulación de la lancha presentó fiebre y tos. Posteriormente cuatro tripulantes de la comitiva municipal dieron positivo al Covid-19.

Puinamudt también informó que la crisis sanitaria no es solo en Pucacuro, sino en todo el distrito Trompeteros. La microred de salud del distrito agrupa 39 comunidades de los pueblos achuar y urarinas del distrito, para atender a más de 11 mil personas.

El principal establecimiento de salud del distrito se encuentra cerrado por ser un foco de infección, y solo atiende emergencias. Pero, tampoco hay personal: 16 trabajadores y trabajadoras del puesto han sido evacuados a ciudades como Nauta e Iquitos por presentar síntomas del virus.

Hoy, informa Puinamudt, el establecimiento de salud de Villa Trompeteros está a cargo de solo una doctora del Servicio Rural y Urbano Marginal en Salud (SERUMS), al cual acceden egresados de la carrera de medicina.

Según fuentes locales, la comisión que a finales de abril realizó pruebas rápidas en Pucacuro y determinó 2 casos positivos en la comunidad, no hizo pruebas en ninguna otra comunidad de las 20 donde llegó el alcalde.

La citada comisión, organizada por la red de salud de Nauta, solo realizó 60 pruebas rápidas en Villa Trompeteros y 20 en Pucacuro. La falta de pruebas en la zona sería el factor para que las cifras oficiales no reflejen la tragedia.

A la crisis de personal, se agrega la ausencia de medicinas. No hay equipo de prevención primaria adecuados ni pruebas rápidas. Villa Trompeteros tampoco cuenta con unidad de cuidados intensivos o planta de oxígeno.

Un centro educativo de primaria, ambientado de forma precaria, ha sido destinado como el espacio para aislar a los pacientes.

Organizaciones indígenas locales como la Federación de Comunidades Nativas de la Cuenca del Corrientes (Feconacor) han solicitado desde el inicio acciones y estrategias con participación indígena.

Pero a la fecha, las respuestas del Estado no han sido eficaces y ha sido la negligencia de las propias autoridades de nivel nacional, regional y local las que han marcado el derrotero de la pandemia en territorios indígenas, concluye Puinamudt.

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