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Sociedad

Mujer denuncia pérdida de acta de defunción de esposo víctima de COVID-19

Angustia. En medio del dolor, viuda tiene que exigir a la funeraria y al Hospital de Ate la entrega de documento. Además, la familia tuvo que esperar un mes para recibir las cenizas.

Viuda denuncia pérdida de acta de defunción de esposo fallecido por COVID-19. Foto: Referencial/Andina
Viuda denuncia pérdida de acta de defunción de esposo fallecido por COVID-19. Foto: Referencial/Andina

El pesar de la familia de Wilfredo Jerónimo Silvestre Huamán, de 56 años, empezó el pasado 9 de abril. Aquella fecha él fallecía por COVID-19 luego de dos días de internamiento en el hospital de Ate Vitarte. Al dolor de la pérdida se sumó la angustia de no saber qué pasaba con sus restos, pues las cenizas fueron entregadas después de un mes. Y hay más: tampoco se conoce el paradero del acta de la defunción.

“No querían que nos acerquemos por temor al contagio, lo llevaron al hospital un 7 de abril, pero no me dieron ni un papel ni nada de que se quedaba en casa. Me dijeron ‘usted hasta aquí nomás, no salga de casa porque también tiene el coronavirus’. Él murió un 9 de abril”, cuenta a La República, Marisol, la esposa de Wilfredo.

Desde el internamiento de Wilfredo, su esposa no tuvo más noticias de él y era imposible que ella fuese a visitarlo, pues los pacientes infectados con coronavirus padecen este suplicio en la soledad -claro que acompañado de médicos- según los protocolos de bioseguridad. Para ellos no hay visitas, ni un adiós rodeados de sus seres queridos.

Todo cambió el 9 de abril, pues ese día la familia de Wilfredo se enteró que él falleció.

“Cuando ya habían pasado más de 15 días desde la muerte de mi esposo fui al hospital de Ate, porque cuando falleció me dijeron que la funeraria me iba a entregar las cenizas, pero nadie me llamaba”, señaló.

Desde entonces, luego de recuperarse de la COVID-19, la vida de Marisol se trastocó entre llamadas insistentes y visitas al hospital de Ate para reclamar las cenizas de su esposo y, luego, su acta de defunción.

Según su testimonio, en el hospital le dicen que el acta fue entregada junto al cuerpo a la funeraria Piedrangel S.A.C. y en la funeraria le dicen que el hospital no le entregó nada. Un ‘peloteo’ de responsabilidades que resulta agotador.

“Hay bastante gente que reclaman las cenizas, las personas lloran. No encuentran solución. Cómo no van a saber quién lo sacó, cómo es posible de que no hay una copia del acta de defunción, que no haya un registro”, señala Marisol acerca de las respuestas que recibe del hospital de Ate, el nosocomio que atiende, exclusivamente, a los pacientes más graves con COVID-19.

Inclusive, fue recién el 14 de mayo cuando las cenizas de Wilfredo fueron entregadas a su familia. “Ahora ya me hacen dudar de si será mi esposo”, dice Marisol, mientras la desesperanza se siente en su voz.

“Necesito esa acta de defunción porque mi esposo nos ha dejado deudas en el banco y tenemos que probar que él ha fallecido”, exige.

Actualmente, la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud) investiga el caso. Sin embargo, la persona a cargo de las investigaciones ha obtenido las mismas respuestas que Marisol.

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