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Sociedad

Personas con discapacidad: “Lo de La Panka solo es la punta del iceberg de lo que vivimos a diario”

Realidad. Este es el sentir de los 3 millones de peruanos que viven con esta condición. A unos les impiden el ingreso por el espacio y a otros porque no tienen baños inclusivos. Hay poca fiscalización. Indecopi y Fiscalía investigan reciente caso.

Personas con discapacidad cuentan las historias de discriminación.
Personas con discapacidad cuentan las historias de discriminación.

Sus voces no pueden estar más tiempo calladas.

“Lo sucedido en el restaurante La Panka de la Costa Verde solo es la punta del iceberg de lo que vivimos a diario”, expresa Liliana Pérez Galindo, quien agarra fuertemente su silla de ruedas para soportar la indignación que le genera el caso. Ella ha llegado con su esposo, también en silla de ruedas, a la playa de Agua Dulce –ayer por la mañana– por un proyecto con el que se busca que las personas de su condición ya no sean invisibles. Así empieza a recordar aquella vez que fue discriminada en una pollería de Larcomar. El diálogo con una mesera fue este:

-Hola, ¿hay mesas? –preguntó Liliana a su llegada.

-Sí, pero ustedes no pueden entrar porque son dos y ocupan más sitio y van a incomodar a nuestros clientes –le respondió una joven en la puerta del local.

Esto le llamó la atención.

-¿Disculpa? Nosotros también somos clientes y en este momento nos van a hacer sitio porque hemos venido a comer acá. Nos ampara la ley –dijo Liliana.

De repente, ella regresa del recuerdo y dice que recién ahí corrieron la mesa y los atendieron. Luego, con una sonrisa bajo el sol, agrega: "Y todavía tenían su letrerito de que en este local está prohibida la discriminación".

Su esposo, Augusto Alegre, se ríe y en seguida cuenta las innumerables veces que en los restaurantes se encontró con los baños para personas con discapacidad repletos de materiales de limpieza, como si fueran almacenes. “Nos tratan como si nos hicieran un favor y cuando reclamas tu derecho te miran mal y hasta pareciera que prefieren que no entráramos a su local”, dice Alegre tras recordar los grandes esfuerzos hechos por agarrarse de las barandas que estaban mal ubicadas en el baño.

En otros locales, estos espacios ni existen. Lo mismo pasa con los estacionamientos destinados para las personas con discapacidad que además de que nadie respeta, no cuentan con las medidas adecuadas, explica el arquitecto Jaime Huerta Peralta, quien conoce a los esposos por el Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis).

“Y todo este maltrato y discriminación sucede porque las autoridades no fiscalizan”, dice.

Falta mayor conciencia

Pareciera que nadie los ve. Esto, pese a que, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), más de 3 millones de personas sufren alguna discapacidad en el Perú; es decir, casi el 10 % de la población. “Y eso sin contar que somos parte de una familia, lo que quiere decir que si cada una tiene cuatro integrantes hay como 12 millones de peruanos que de alguna forma tienen que ver con la discapacidad”, agrega Huerta.

Este es un tema invisible que merece todo el esfuerzo de las autoridades en relación de castigar estas malas prácticas, asevera el adjunto de Derechos Humanos de la Defensoría del Pueblo, Percy Castillo, quien añade que las denuncias muy pocas veces toman fuerza debido a que la sociedad ha normalizado estas conductas discriminatorias o porque las víctimas sienten vergüenza o tiene miedo de proceder con la denuncia mediante el libro de reclamaciones.

Socio del gerente de La Panka señala que fue un error mas no un acto discriminatorio.

Socio del gerente de La Panka señala que fue un error mas no un acto discriminatorio.

Caso La Panka

Pero eso no ocurrió en el caso de La Panka de la Costa Verde. El abogado José Carrión Cabrera denunció, en redes sociales, haber sido víctima de discriminación en dicho local cuando llegó a almorzar junto a su madre de 83 años en silla de ruedas y su hija con discapacidad visual.

“La camioneta del gerente La Panka, Jorge Mendoza, estaba estacionada en una zona rígida y sobre la rampa de silla de ruedas, impidiéndome que suba a mi madre. Al salir, yo le pedí que retirara su auto, pero este sujeto altanero me respondió que ‘si no le gustaba, podía irme a otro lugar’”, dice parte del relato de José en Facebook.

Tras ello, su denuncia se hizo viral y horas después la Municipalidad de Barranco decidió clausurar por quince días el restaurante por actos discriminatorios. De la misma manera, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) abrió una investigación de oficio y advirtió que la empresa infractora podría ser multada hasta con 450 UIT, equivalente a un millón 935 mil soles. Adicionalmente, la fiscal adjunta de la 23º Fiscalía Provincial Penal de Lima, Rosa María Champi, decidió tomar el caso y hoy está calificando si es que hay delito por acusar.

Disculpas y controversia

Ayer, el gerente de La Panka reconoció que no tuvo las formas para tratar a las personas.

“Se me acerca y dice: ‘¿Me está botando?’. No, le digo. Si quiere puede ir a otro lugar (le dije). Reconozco que no fue la mejor manera de poner los paños fríos”, dijo. No obstante, la dueña de la marca La Panka, Denisse Nossar, calificó como un acto discriminatorio inaudito, por lo que lamentó la situación y señaló que tomará medidas. “Aunque se debe indicar que existe un proceso judicial por el reconocimiento de la marca La Panka”, según el socio de Mendoza, Eduardo Velarde, quien negó que ella sea la dueña de una franquicia.

“La actitud (de mi socio) de bloquear la rampa fue terrible, pero no es discriminatoria, es un error”, dijo tras criticar que Nossar haya nombrado socios vitalicios a los familiares de José Carrión. También dijo que, pese a la multa del municipio, abrirá el jueves o viernes.

Y mientras esto avanza, tanto los familiares de José Carrión como los esposos (Liliana y Augusto) solo esperan romper con esa capa de invisibilidad que los cubre injustamente.

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DESPIECE

Indecopi ha multado con 3 millones de soles a empresas

La representante de Indecopi, Wendy Ledesma, informó que desde el 2010 hasta la fecha ha impuesto más de 3 millones de soles (883 UIT) a diferentes empresas de diversos sectores del mercado por discriminar a consumidores, ya sea por raza, sexo, género, discapacidad y otras formas.

Las sanciones recayeron sobre todo en los proveedores de discotecas, compañías de seguro, restaurantes, centros educativos, aerolíneas y hoteles.

“Nosotros normalizamos las conductas y la población vulnerable no conoce los protocolos para denunciar. Por eso es importante saber que si sufre discriminación laboral debe ir a la Sunafil, si es por consumo al Indecopi, si es por raza al Ministerio de Cultura. También pueden acudir a la Defensoría del Pueblo, el Ministerio público y la PNP”.

Ayer, la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Gloria Montenegro, afirmó que protestará por el reciente caso de discriminación en La Panka.

(Lima, 1988). Estudió Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. En sus más de 10 años como reportero ha trabajado en radio, TV y prensa. Actualmente, escribe crónicas y reportajes en el diario La República. También ha sido becario de la Red de Periodistas Latinoamericanos Cosecha Roja y es colaborador de la revista Anfibia. Ocupó el primer lugar en el Primer Concurso Nacional de Periodismo sobre Políticas Sociales (CIES-2015). Sus cuentos han sido publicados en antologías literarias. Es coautor de La banda sonora de tu vida (Autómata, 2019), de Generación B, jóvenes del Bicentenario (Artífice, 2021) y de Una carta sin Paul McCartney y otros relatos (Caja Negra, 2022).