Sociedad

Pesadilla en Pisac: desborde de río casi desaparece pueblo en Cusco

Pequeño distrito de Calca fue inundado a las once de la noche del jueves. Tres adultos heridos con fractura, dos menores con contusiones y más de cien viviendas afectadas fue el saldo de desastre. Hay otras zonas en riesgo por intensas lluvias.

1. DESASTRE. Desborde del K'itamayu arrastró lodo y piedras hasta Pisac.
1. DESASTRE. Desborde del K'itamayu arrastró lodo y piedras hasta Pisac.

José Víctor Salcedo

El río K’itamayu volvió a abandonar su cauce e inundó el pequeño distrito de Pisac (Calca), a una hora de viaje de la ciudad del Cusco. Diez años antes, al mediodía de un día de marzo de 2010, el afluente tuvo una obstrucción que provocó un desborde que arrastró a 17 personas, 8 de las cuales murieron, e inundó varias viviendas.

La tragedia se repitió, esta vez el último jueves. El desborde ocurrió a las once de la noche, cuando la población dormía. El río, que es tributario del Vilcanota, creció exponencialmente, ocasionando que las aguas arrastren con violencia piedras y lodo.

Un sonido seco y ronco como si algo hubiera reventado, presagió minutos antes el desastre. La gente salió de sus casas para intentar frenar el avance violento de agua, lodo y escombros. Nada pudieron hacer. El desborde era incontrolable. No en vano K’itamayu en quechua quiere decir río rebelde o salvaje. En un instante las angostas calles piseñas, como las avenidas Federico Zamalloa y Amazonas, se convirtieron en riachuelos. Agua y lodo siguieron atravesando calles e ingresando a casas hasta las dos de la madrugada de ayer.

El saldo fue tres adultos heridos con fractura en la pierna, dos menores con contusiones, más de cien viviendas afectadas, 20 familias damnificadas y 50 afectadas. El sistema de agua también colapsó y el puente está severamente dañado.

“Pedimos apoyo a todo el pueblo, al alcalde y todas las autoridades. ¡Ayúdennos, por favor!”, clamaba Yolanda Callo mientras caminaba en el agua, intentando rescatar algunos bienes de su tienda inundada. Hay decenas de historias tristes como la de ella.

Escena desoladora

Muy temprano, el alcalde Federico Zamalloa dispuso el uso de maquinaria pesada para limpiar la ciudad. Las calles parecían un sitio cañoneado: piedras, desmonte, lodo, pedazos de madera, fierro, artefactos electrodomésticos, partes de sillas y mesas, adobe y basura regados por todo lado. El acceso al Sitio Arqueológico de Pisac, situado en la parte alta del pueblo, quedó restringido.

A media mañana, una cuadrilla de 53 hombres del Ejército –a pedido de la Prefectura- llegó para ayudar a limpiar y desaguar las viviendas. Había un peligroso empozamiento en algunas viviendas que estaba debilitando sus bases. Algunas empezaron a colapsar, otras a rajarse. Desde el Gobierno Regional del Cusco enviaron maquinaria pesada (un cargador frontal, 3 volquetes y 5 motoniveladoras), motobombas y un hospital de emergencia. Un equipo de médicos también llegaron a la zona del desastre.

Zonas en riesgo

A unos 20 minutos de Pisac, en el distrito de San Salvador, un huaico de grandes dimensiones bloqueó la vía y destruyó campos de cultivo de maíz. Esa ruta permite conectar Cusco con el Valle Sagrado de los Incas.

Asimismo, la crecida del caudal del Vilcanota debilitó las bases del puente Enrique P. Mejía en la ciudad de Sicuani (Canchis). El paso vehicular y peatonal por el viaducto fue suspendido por el alto peligro de colapso. En tanto, en el distrito de San Pedro (Canchis) decenas de hectáreas resultaron afectadas por inundación tras el desborde del Vilcanota.

En la provincia de Paucartambo hay una alerta por el peligroso incremento del caudal de los ríos Qencomayo y Mapacho. Mientras tanto, un derrumbe bloqueó la vía en la ruta Paucartambo – Cusco, a la altura del distrito de Huancarani.

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