Parejas que comparten contraseñas de celular ¿invasión de intimidad o signo de confianza?
No es una prueba de amor. Algunos señalan que el acto no está exento de machismo, celos o posesión, pero ¿es posible que pueda ser un acuerdo de pareja? Un especialista responde.
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Por un lado el derecho a la intimidad y por el otro la confianza que debe primar en una relación. ¿Es necesario que una pareja comparta la contraseña de sus celulares o es una muestra de falta de seguridad y, sobre todo, respeto? No.
El psicólogo Manuel Saravia, del Instituto Guestalt de Lima brindó una explicación profesional sobre el tema a la Agencia Andina.
Él explicó que como cada persona lleva consigo sus propios mapas de creencias, valores e inquietudes en base al aprendizaje que recibieron de sus padres, para algunos la intimidad puede ser lo más importante, pero para otros sería brindar o que les demuestren mucha confianza.
Aunque resaltó que lo más importante, al margen de las creencias personales de cada cual, es que ambos compartan el acuerdo. “Los dos tienen que querer y creer en lo que están haciendo”, sostuvo.
Así, el problema de imposición vendría cuando una de las partes no está de acuerdo con mostrar el contenido de los mensajes que llegan a sus diferentes cuentas de redes sociales o correo electrónico.
“Hay personas que van a decir que eso es mi intimidad. Es más, lo pueden mostrar, pero ya queda el malestar de la desconfianza. Y si no confías en mí, ¿qué haces conmigo?”, manifestó.
Por ello, el especialista señaló que toda persona tiene derecho a la intimidad, a lo personal y privado, porque incluso busca proteger a amistades o familiares que comparten información acerca de temas laborales o personales a través de mensajes que envían al celular.
Así, Saravia señaló que compartir información personal como un tema de confianza no es un tema que tenga 100% de consenso.
“Algunas personas dirán: yo quiero saber tu presente y tu pasado, mientras que otras van a responder que conmigo vas a ir del presente hacia el futuro. Ambas posiciones, si la pareja está de acuerdo, son válidas”, subrayó.
El peligroso perfil de la persona celosa
El especialista reveló que a las consultas clínicas llegan casos donde generalmente son los hombres entre 18 y 35 años de edad son los más celosos, controladores y con personalidades obsesivas.
“Se fijan hasta en el detalle mínimo, ¿por qué te ponen tanto like?, ¿quiénes son tus amigos de Facebook? Los jóvenes suelen ser más impulsivos”, señaló.
Sostuvo que las personas que desconfían más son aquellas que son celosas, psicopatológicamente paranoides que desconfían de todo el mundo, y pueden ser hombres o mujeres.
Y los celos no tienen que ver solamente con un tema de infidelidad. Hay también los celos de posesión, de control. Por ejemplo, una persona siente celos de la familia de origen de la pareja. Tengo celos de tu mamá, de tu hermana, de tu hermano, hasta del perro. Lo quieres más al perro que a mí, suelen decir”, refirió.
Fuente: Andina
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