Senamhi activa alerta naranja por anticiclón: ¿en qué regiones?
Sociedad

Un Perú saludable: cuestión de equidad

Virginia Baffigo de Pinillos. Dra. expresidenta ejecutiva ESSALUD

Un Perú saludable: cuestión de equidad
Un Perú saludable: cuestión de equidad

En exactamente dos años, nuestro país cumplirá su bicentenario como República independiente y tan significativo momento es propicio para repensar la organización del Estado de cara al reto de un Perú saludable.

Según la Organización Panamericana de la Salud, indicadores como la razón de mortalidad materna y la incidencia de tuberculosis en el Perú se encuentran por encima del promedio de América Latina y el Caribe, en tanto que la tasa de mortalidad infantil y el bajo peso al nacer, bordean dicho promedio. La anemia y la desnutrición crónica infantil nos desafían permanentemente. En 2016 se perdieron 168.8 años de vida saludable por cada mil peruanos, a causa de estas y otras dolencias.

Mientras tanto, aún 3.7 millones de peruanos carecen de un seguro de salud; y 11.5 puntos porcentuales nos separan de la meta de aseguramiento universal, situación en la que ningún peruano estará desprotegido y en la que el gasto de bolsillo para salud no desplazará la atención de otras necesidades básicas.

Si algo debiera entusiasmarnos de ingresar a la OCDE, sería alcanzar los niveles de salud de los países más desarrollados, logrados por robustos sistemas sanitarios como, por ejemplo, el Sistema Nacional de Salud del Reino Unido, donde el médico de familia es la puerta de ingreso al sistema.

Aspiramos a que la atención primaria sea el pilar del sistema de salud, y los establecimientos del primer nivel de atención desarrollen un liderazgo respaldado por las autoridades locales, a fin de llevar la práctica de la salud a todos los espacios de la comunidad: viviendas, escuelas, centros de labores, mercados, medios de transporte, etc.

El relacionamiento del sector Salud con la escuela es fundamental, para hacer de ella un espacio saludable y seguro para 8 millones de niños y adolescentes, permitiéndoles desplegar sus capacidades cognitivas, emocionales y sociales, e incluyendo positivamente a los escolares con habilidades diferentes.

Niños, niñas y adolescentes son particularmente vulnerables a múltiples riesgos, especialmente relacionados con la salud mental y con la salud sexual y reproductiva. Poner a su disposición espacios estimulantes para la sana convivencia es tarea de todos, empezando por los servicios diferenciados para adolescentes en los servicios de salud, que ayudarían a reducir la tasa de 13% de gestantes entre 15 y 19 años de edad y con ello evitarían la deserción escolar y caer en la trampa de la pobreza.

Lograr un adecuado balance entre salud de las personas y salud del ambiente, entre bienes estratégicos y población demandante de servicios y entre trabajadores y usuarios de los servicios, es un imperativo. Según la OPS, en el Perú, la tasa de 12.7 médicos por 10,000 habitantes, dista casi 9 puntos porcentuales del promedio de América Latina y el Caribe, en tanto que la brecha en la tasa de enfermeras es muchísimo mayor: 32.2 puntos porcentuales nos separan del promedio.

Los trabajadores profesionales y no profesionales son muy importantes para una oferta de servicios humanizados, siendo la humanización entendida como la realización de los derechos humanos de todos los usuarios.

Si el derecho a la salud es sinónimo de atención oportuna, suficiente y efectiva, el respeto al derecho es el camino hacia la equidad y el desarrollo sostenible.

Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.