Reclusos integraban banda “Los Pasteleros”
Delito. Tres reos del penal de Piura se dedicaban a extorsionar a empresarios en las ciudades de Chiclayo y Trujillo. En su celda se hallaron celulares y libretas con números telefónicos de víctimas.
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Tras un paciente trabajo de inteligencia, agentes del Departamento de Investigación de Extorsiones de la División de Investigación Criminal (Divincri) de la Policía desarticularon la banda criminal “Los Pasteleros de Sullana”, cuyos integrantes se encontraban recluidos en el penal de Piura, pero pese a ello se dedicaban a extorsionar a prósperos empresarios.
Las denuncias
Todo inicia a raíz de la denuncia de diez víctimas de Chiclayo y Trujillo, quienes venían recibido llamadas y mensajes amenazantes de los números 936-430-498 y 926-930-849. Los sujetos les pedían la suma de S/15,000 a cambio de no atentar contra su integridad física o la de sus familiares.
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La División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología estableció que dicho número estaba siendo reportado desde la antena de ubicación “Asociación Caballos sector Este”, que tiene una cobertura radial hasta el establecimiento penitenciario de Piura (ex Río Seco). Asimismo, como resultado de las negociaciones que una de las víctimas realizó bajo la supervisión de la Policía, se estableció que la cuenta bancaria donde se iba a depositar el dinero le pertenecía a Jhon Correa Puccio.
La intervención
Tras obtener dicha información los agentes, en coordinación con el fiscal Lenny More Umbo, realizaron un registro en la celda 09 del pabellón 6-A, donde se encontraban 14 internos. En dicho lugar se incautaron dos modernos teléfonos celulares con chip, los cuales estaban escondidos debajo del colchón del camarote y en una de las paredes.
Uno de los reclusos reveló que uno de los teléfonos pertenecía a Andy Barrientos Panta (31), a quien había observado realizar llamadas durante la noche en compañía de los reos Héctor Villalta Gutiérrez (25) y William Lozada Chuica (31). Asimismo, se hallaron libretas con anotaciones de diferentes cuentas bancarias, así como números telefónicos de posibles víctimas.
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