Mal inicio. Una familia de la Ciudad Heroica lo perdió todo. Y en Arequipa, policías y vecinos evitaron que un centro de salud en el distrito de Paucarpata sea consumida por las llamas apenas iniciado el año 2018.,Tres lamentables incendios ocurrieron en el primer día del año en Arequipa y Tacna. En la primera ciudad, el centro de salud de Ciudad Blanca, ubicado en el distrito de Paucarpata, pudo quedar reducido a cenizas a pocos minutos de iniciar el 2018. Un grupo de policías y vecinos lo evitaron. Apenas habían transcurrido 15 minutos del 2018, cuando el fuego comenzó al interior del establecimiento. Fueron los policías de la comisaría de Ciudad Blanca, ubicada a lado del centro, quienes con extintores en mano rompieron las puertas para controlar el fuego. PUEDES VER Celebraciones generaron 500 toneladas de basura en Lima Los vecinos del lugar llegaron con baldes de agua y luego los bomberos terminaron de controlar el siniestro que dejó más de 15 mil soles en pérdidas. Las primeras investigaciones señalan que todo comenzó cuando los fuegos artificiales ingresaron por una de las ventanas. Otra hipótesis es que las luces de nacimiento se habrían sobrecalentado, provocando un corto circuito. El gerente regional de Salud, Gustavo Rondón, ayer inspeccionó los daños del centro de salud. Un televisor, el anda de madera de la Virgen de Copacabana, sillas, puertas del ambiente de Farmacia, incluso medicamentos, se echaron a perder. No obstante, anunció que la atención se realizará de manera normal, por lo que esperan a los pacientes. 2 SINIESTROS EN TACNA Una familia tacneña se llevó la peor parte en los dos incendios de esa ciudad. Las llamaradas consumieron una vivienda. Ni los objetos ni las mascotas del hogar pudieron salvarse. PUEDES VER Tres niños pierden la vida tras incendio en Áncash Humberto Torres Loza (79) se encontraba solo en su casa de la junta vecinal Las Begonias, en el distrito Gregorio Albarracín Lanchipa. De pronto, el siniestro comenzó, pasado el mediodía de ayer. El fuego inició en la cocina y avanzó rápidamente, alimentado por la estructura de palos y eternit que componían el techo. Una hora de esfuerzos de los vecinos y bomberos no fue suficiente. Llegaron cisternas pero fue tarde. Cuando todo había concluido, solo pudieron retirar bienes achicharrados. Incluso la hija de don Humberto, que es enfermera, perdió su uniforme y equipo en el siniestro. Además once gatos y un perro, las mascotas, desaparecieron entre las llamas. Apenas minutos más tarde, otro incendio se produjo en el Parque Industrial. El fuego rompió ventanas y destruyó varios metros del cerco de un depósito de bebidas.