Las mejores frases por el Día del Padre para dedicar a tu papá hoy

¡Bienvenido, 2024!

El país requiere de la reflexión colectiva sobre el futuro y planes concretos para recuperar la democracia.

Han concluido los balances y los recuentos de los últimos 12 meses transcurridos. Es el momento de los planes y la agenda en limpio. Es un nuevo año, con la consiguiente renovación de promesas, tareas y proyectos.

Aunque se trata mayormente de un proceso individual, una reflexión personal en la que se trazan los nuevos planes de vida, también requerimos una introspección colectiva, un esfuerzo ciudadano por poner en perspectiva el destino común y la promesa de peruanidad que encarnan los fundadores de la patria, los emancipadores y los luchadores.

A ellos volvemos una y otra vez para entender las claves para entender el pasado y formular las expectativas del futuro. Estas voces nos dejan en claro la necesidad de cambio y nos marcan la ruta obligada para la recuperación de la democracia y el restablecimiento de la civilidad, compuesta por valores comunes de igualdad, desarrollo y convivencia pacífica.

Vivimos una realidad que nos defrauda y atemoriza. Un país dominado por la banalidad del poder, por la peligrosa asociación de la corrupción, la ineficiencia y la petulancia. Se intenta consolidar una narrativa en la que los hechos ignominiosos del pasado son reconstruidos para hacerlos aceptables y correctos. Personajes repudiables son ahora presentados como heroicos y de gran nobleza. En esta instalación de la posverdad, no importan los hechos, sino solo la ambición de los necios.

Contribuyen en este fin perverso la debilidad en la defensa de los valores democráticos, el temor ciudadano a la protesta respondida con balas, la maquinaria de demolición contra las personas que son ajenas a esta conspiración y la poca información histórica con la que cuentan las nuevas generaciones.

Sin embargo, aún queda esperanza. Primero, en la capacidad de resiliencia del pueblo, que una y otra vez ha desmontado este tipo de operativos y que más temprano que tarde han sido derrotados. También, en la claridad de objetivos y la voluntad de la unidad que acompañan a los movimientos y colectivos ciudadanos, que consistentemente han dado pasos firmes para enfrentar a la coalición autoritaria que gobierna.

Es en esa medida y en ese camino que recibimos el 2024. Con el compromiso renovado en los valores democráticos y en el Perú y su destino. Con la fe inextinguible en el pueblo y su sabiduría. Con la convicción de que la resistencia dará paso a la victoria y que el 2024 será un año de triunfo y consolidación de los sueños libertarios que hace 200 años iluminaron el camino a la gloria en Junín y Ayacucho. Feliz nuevo año.

La República

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