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Carta de Víctor Caballero (*)

“El escándalo fue mayúsculo al punto que el propio AMLO denunció que la FIL se había convertido en un foro conservador en donde predominan escritores, politólogos de tendencia conservadora no solo contra su gobierno”.

(*) Fragmento.

Estimado Mirko:

Visité la FIL de Guadalajara, la segunda del mundo. Llegué con la expectativa de ver, revisar y comprar libros de mi interés académico y laboral, así como escuchar las presentaciones de autores y panelistas considerados como los de mayor prestigio y relevancia en el mundo académico y literario.

Pero algo pasó para que este evento se viera envuelto en un debate político que involucró no solo al presidente de México, AMLO, al presidente de la FIL, Raúl Padilla, rector de la Universidad de Guadalajara, y al gobernador de Jalisco (Guadalajara).

¿Qué pasó? Una importante funcionaria del gobierno de AMLO fue abucheada y enfrentada por un público hostil que no le permitió hablar. El escándalo fue mayúsculo al punto que el propio AMLO denunció que la FIL se había convertido en un foro conservador en donde predominan escritores, politólogos de tendencia conservadora no solo contra su gobierno.

Acusó al presidente de la FIL estar 36 años dirigiendo la Universidad de Guadalajara y la propia FIL con claras preferencias por autores e intelectuales conservadores de la derecha nacional e internacional.

Eran palabras mayores que obligaron a mirar incidentes que habían pasado inadvertidos, como la protesta de colectivos de mujeres en las afueras de la FIL que denunciaban la desaparición de niñas en México; la protesta de estudiantes universitarios que acusaban de corrupción al rector y presidente de la FIL, así como el desaire que el gobernador de Jalisco y líderes políticos hicieron al evento.

El escándalo ya había escalado. Mejor, entonces, analizar qué estaba pasando. Qué otros hechos debían ser vistos como para entender lo que estaba sucediendo en la FIL.

Algo que no fue pasado por alto fue el país invitado. Se trataba del reino de Sharjah, monarquía absoluta, gobernado por una familia enriquecida por el petróleo y que fuera acusada por violaciones de derechos humanos por el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU.

Claro, la particularidad de esta monarquía es que es considerada como culta, exquisita, promotora de las artes, la literatura, que invierte y mucho en la difusión de la cultura árabe en el mundo. La monarquía qatarí, acusada de homofóbica y violadora de derechos humanos ha organizado el mundial de fútbol; por qué no la de Sharjah puede ser promotora de la FIL. Bueno, nadie se escandalizó por eso, así que este hecho pasó sin ser cuestionado por nadie.

La República

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