¿Qué piensa Castillo? ¿Piensa?
Inescapable responsabilidad del presidente de la República.
El Perú está en estos días en una encrucijada de la cual dependerá mucho de lo que ocurra en este lustro, pero lo que no puede perderse de vista en este zafarrancho institucional es que el presidente Pedro Castillo es el origen del problema, y que está en sus manos la solución, pero eso solo será posible si deja de ser el principal tomador de indecisiones de ¿su? gobierno.
El problema que atraviesa el país es el mismo del quinquenio pasado, pero de un modo agravado: la tensión creciente entre el gobierno y el congreso.
Sin embargo, a diferencia del congreso fujiaprista 2016-2020, que hostilizó permanentemente a los gobiernos, el actual quiere, más allá del ruido tradicional, llevar la fiesta en paz, evitando la vacancia presidencial/disolución del congreso, sin dejar de fiscalizar a un gobierno que, sin duda, lo necesita.
El problema ahora está al otro lado. Mientras en el lustro pasado los gobiernos trataban de que la tensión con el congreso no se desbocara, ahora es el ejecutivo el que se comporta como un coche bomba dirigido contra la institucionalidad.
Y en esa dirección están las iniciativas del premier Guido Bellido, quien, sin siquiera tomarse la molestia de avisarle antes al presidente Castillo, plantea una amenazante y absurda pretensión de expropiar la operación del gas, o hace cuestión de confianza en la censura al ministro de trabajo, con el objetivo evidente de crear las condiciones para avanzar hacia la disolución del congreso, para convocar a uno nuevo en el que esperan tener mayoría comprando votos mediante el despilfarro del gasto, para luego reformar la constitución con el fin de establecer un socialismo siglo XXI y perpetuarse en el poder, como otros países de la región.
De lo que no hay duda es de que hoy la bola está en la cancha del presidente Castillo, y que de él depende salir de la encrucijada, o profundizarla, al costo, para él y para el país, de su vacancia.
La única incertidumbre en todo esto es dónde está parado el presidente Pedro Castillo. ¿Avala la propuesta de tumbarse al congreso que pretende Cerrón vía su piquichón Bellido? ¿Nombraría en su reemplazo a alguien igual de impresentable? ¿Castillo piensa distinto que Cerrón? ¿Qué piensa Castillo? ¿Piensa Castillo? Castillo, piensa.
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