Vargas Llosa en Tv
Vargas Llosa ha desinflado los bulos acerca de un Francisco Sagasti dedicado a promover telefónicamente el reconocimiento ilegal de una victoria de Pedro Castillo.
En su entrevista con Enrique Castillo este domingo Mario Vargas Llosa le ha salido al paso a algunas imprudencias del fujimorismo. Si bien sigue deseando una victoria de Keiko Fujimori, no está de acuerdo con los intentos de patear un tablero democrático, que ya se percibe frágil. En cierto modo es el principio del fin de un compromiso.
Pero aunque las agudas preguntas de Enrique Castillo intentaron llevar a su entrevistado hacia definiciones tajantes respecto de su circunstancial apadrinada, Vargas Llosa sorteó los emplazamientos con habilidad. Sus respuestas fueron carambolas a dos bandas, pero que expresaron un disgusto frente al desorden instalado en la campaña.
Su descalificación del uso de la palabra fraude se dirige directamente hacia comentarios que ha venido haciendo la candidata en ese sentido. Esto viene unido a una convicción de que el JNE tiene la última palabra en la disputa en torno a los resultados, algo que una parte de la derecha más extrema ha comenzado a cuestionar.
Asimismo, Vargas Llosa ha desinflado los bulos acerca de un Francisco Sagasti dedicado a promover telefónicamente el reconocimiento ilegal de una victoria de Pedro Castillo. Con eso se hunde otra de las campañas mentirosas armadas por quienes buscan un río revuelto, como prólogo a una anulación de los comicios.
Es poco probable que la intervención del novelista sirva para desviar el curso suicida de los negacionistas de esta hora. Estos están prendidos de cuatro pelos y, como les viene pidiendo Fujimori, no se van a rendir. Muy probablemente muchos ya han sumado al Vargas Llosa institucionalista a la lista de sus enemigos.
Para el novelista el encuentro con Enrique Castillo ha sido la oportunidad de acomodarse en algún punto ubicado entre el mantenimiento de su preferencia por Fujimori en esta elección, la tácita crítica a la deriva negacionista que ha asumido la candidata, y el ataque sin concesiones al peligro que para él significa un triunfo de Pedro Castillo.
Mientras tanto diversos sectores de la derecha siguen fletando estrategias para impedir que un eventual triunfo de Perú Libre quede anulado en el terreno legal. Para lo cual necesitan tiempo, con cada vez más abogados y espacio en los medios. Quizás Vargas Llosa va a tener que dar más entrevistas.
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