Precio del dólar HOY, martes 7 de mayo

El lado amable del Vacunagate

“Nada más honesto y sincero que el egoísmo y los actos encubiertos”.

Decida usted qué mensaje es más contundente para reforzar una campaña de vacunación masiva: ¿El buen Sagasti, poniendo su hombrito, por la legal, para que le pongan la vacuna o enterarnos de que el pillo Vizcarra se vacunó por lo bajo, mucho antes que nadie, incluyendo su “entorno cercano”? Ninguna publicidad pro-vacuna pudo ser mejor que el reciente escándalo.

Detrás de la gran decepción que producen los implicados, nuestra percepción de la realidad también incluye una revaloración de la pócima. No tanto para quienes estamos informados y convencidos de su eficacia, incluyendo a Sinopharm, sino, más bien, para quienes dudan de su rapidez, de la ausencia de efectos secundarios, incluyendo aquellos que secundan teorías paranoides como la de la introducción de un chip en nuestros organismos. Recordemos, hasta hace poco, según las encuestas, casi la mitad de la población no estaba dispuesta a vacunarse, desconfiaba de la vacuna.

El llamado vacunagate podría aprovecharse como una estrategia contracíclica, una especie de psicosocial inverso cuyo noble objetivo no sea otro que este: que la numerosa población con inclinaciones “antivacuna” sea concientizada y convencida de los beneficios de la misma y, llegado el momento, no sea un obstáculo para la ansiada inmunidad colectiva frente a la COVID-19.

Dado que la sociedad peruana es particularmente desconfiada, de acuerdo al barómetro latinoamericano, por psicología inversa tomamos como cierto y verdadero aquello que el individuo hace a escondidas y con el único y egoísta fin de sacar provecho de una situación ventajosa respecto del resto. Nada más honesto y sincero que el egoísmo y los actos encubiertos.

De otro lado, un individuo tramposo, especialista en velar solo para sí mismo, difícilmente echará mano de algo que pueda poner en riesgo su integridad física y la de su “entorno cercano”. El sinvergüenza no se va a poner cualquier cosa, pues. Y si el sinvergüenza es el propio presidente o las ministras, el potente mensaje, detrás de este desengaño, es que la vacuna es segura, eficaz, escasa y deseada. Imposible hacerlo mejor.

La República

Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.