Hito
La llegada de las vacunas alimentará una expectativa que es fundamental gestionar bien, habilitando canales de comunicación frecuentes.
Escribo este artículo el domingo 7 de febrero de 2021, a pocas horas de la llegada de la primera asignación de vacunas contra la COVID-19, que procedentes de China abrirán una nueva etapa en la cruenta guerra que todos enfrentamos hoy en el Perú para estar sanos.
Y aunque estemos físicamente distantes, estoy segura de que todos habremos compartido este hito, aplicando el canon propio de estos tiempos: una intensa expresión digital en las redes sociales materializada en algún buen meme.
Porque un meme en tiempos de “nueva normalidad” es más que una humorada bizarra. Un meme puede connotar eso que llamamos nota memorable, y convertirse en la mínima expresión con la que se construye una narrativa colectiva.
De ahí que cuidar el qué se comunica o cómo se comunica sea ya insuficiente; y haya que fijarse también en la frecuencia y habitualidad de los mensajes que se colocan en esos espacios. Con más razón, si quien se comunica es el líder del Gobierno.
No cabe duda de que lo que empieza hoy con la llegada de las trescientas mil vacunas contra la COVID-19 es en definitiva un hito y al mismo tiempo una saga, cuyo impacto en el ánimo del colectivo nacional no será menor.
La llegada de las vacunas alimentará una expectativa que es fundamental gestionar bien, habilitando canales de comunicación frecuentes, mejor si son digitales. No solo por temas de accountability, sino también porque en el fondo el “tema vacunas” se constituirá en algo concreto que nos pueda devolver cierta predictibilidad en medio de tanta incertidumbre asociada a nuestra primera pandemia del siglo 21.
Daniel Kahneman ya demostró que en la construcción de las narrativas colectivas en este siglo, lo más importante nunca es el comienzo de la saga, sino cómo termina esta.
Si como él dice las personas tendemos a valorar mejor –debido a un sesgo cognitivo– los hechos más recientes, y prestamos poca atención a todo lo demás, aunque en promedio hayan sido situaciones más favorables; la recomendación para Francisco Sagasti es que vaya preparando un buen final para el “tema vacunas” o nos vaya haciendo mejores micro-entregas periódicas vía Twitter.
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