¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?

Quino y las generaciones

“Su obra trascendió las fronteras de Mendoza y Argentina. Fue Premio Príncipe de Asturias de Comunicaciones y Humanidades en el 2014. Recibió otros premios...”.

El fallecimiento de Joaquín Salvador Lavado, Quino, el creador de Mafalda, ha conmocionado al mundo entero.

Mendocino, hijo de españoles, trajo, como otros emigrantes e hijos de inmigrantes de España, un espíritu rebelde y libertario que pronto caló y entroncó fecundamente entre sus contemporáneos de este lado del Atlántico.

Las fechas son elocuentes: Quino empieza a publicar en 1954, vísperas del golpe militar contra Perón en Argentina; y Mafalda nace en 1964, el año del golpe militar brasileño, que inició la ola de gobiernos militares que cubrió en poco tiempo casi toda América Latina. No es casual la presencia de “Libertad” como personaje de Quino, ni la elección de la espantosa sopa como metáfora de la dictadura, según el mismo Quino.

Su obra trascendió las fronteras de Mendoza y Argentina. Fue Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en el 2014. Recibió muchísimos otros premios, varios doctorados honoris causa y condecoraciones diversas. Fue traducido y publicado en los más diversos idiomas y países.

Entre quienes lo divulgaron figuran el escritor italiano Umberto Eco, y el historiador y comunicólogo catalán Román Gubern. Su creación de un mundo propio, espejo humorístico del mundo real, fue referente para el Cuy de nuestro Juan Acevedo. Su partida ha levantado, como era de esperarse, una ola de homenajes y reconocimientos a su genial legado gráfico-literario.

Un legado vasto, que no se limita a Mafalda. Incluye, por ejemplo, un suculento y recordado recetario para cocinar con comida envasada, alivio para solteros solitarios. También la ilustración, a solicitud de UNICEF, de la Declaración de los Derechos del Niño. Toda la producción de Quino recoge y expresa pesimismo de la realidad, espíritu justiciero, solidaridad y, sobre todo, cínica ternura.

Por todo ello fue lectura obligatoria y emblemática de la generación del 68, que es realmente la generación de Mafalda. La generación de las revueltas estudiantiles en París, en México, en Berkeley.

La generación que se indigna y arremete contra la invasión de Checoslovaquia por la URSS, y contra la guerra de Vietnam y los asesinatos de Martin Luther King y Robert Kennedy. El 68 es, además, el año en que se celebra la Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, bajo el lema «La iglesia en la actual transformación de América Latina a la luz del Concilio».

Mafalda quedó congelada en 1973, pero su vigencia en el siglo XXI es total”, ha escrito María Laura Hernández de Agüero, en Caretas. Tiene razón. Muchos jóvenes de hoy, coetáneos de Mafalda, le rinden un emotivo, agradecido y muy sincero reconocimiento.

Solo debemos agregar que nuestros hijos conocieron a Mafalda por sus padres. Si nuestra generación no hubiera sido seducida por Mafalda, quizás los jóvenes de hoy no la hubieran leído desde su infancia. Lo ha expresado Augusto Rey en Perú21: “la primera vez que escuché la palabra burocracia fue cuando mi mamá nos leía las historias de Mafalda y sus amigos”. Reivindiquemos entonces a Mafalda, y rindamos homenaje a Quino, por su exquisita contribución a varias generaciones.

EXPOSICION DE QUINO EN SALAMANCA

SA.01. SALAMANCA 26-03-2004.- El humorista argentino JoaquÌn Salvador Lavado "Quino" inaugura una muestra sobre su personaje m·s universal, "Mafalda", que procedente de ParÌs sÛlo podr· contemplarse en EspaÒa en la capital charra con motivo del cuarenta aniversario de su creaciÛn. EFE/J.M.GARCIA

P.S. El 30 se setiembre ha terminado la temporada de caza. 20 candidatos han conseguido sus respectivos partidos. Algunos de ellos, los menos, tienen una propuesta para el país. Del otro lado, 20 partidos han conseguido supuestas locomotoras para la aspiración congresal de sus respectivos dueños y clientes. En algunos otros, la propiedad está en litigio. Algunos también tienen propuestas. No todo es deplorable. Pero el conjunto no se parece en nada a lo que es una genuina competencia democrática, como se daba tiempo atrás entre verdaderos partidos programáticos o entre sectores sociales definidos. ¿Cabe llamar partidos a estas peculiares empresas privadas?

Rafael Roncagliolo

Cara al futuro

Rafael Roncagliolo. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.


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