El Congreso parece otra pandemia

El congreso se esfuerza para demostrar que puede ser tan o más mediocre y corrupto que el disuelto, con fundamento y constitucionalidad, el año pasado, implicando un riesgo que no llega a la gravedad del C19, pero se le parece.

Hasta anteayer, se habían presentado 256 proyectos de ley, la mitad sobre modificaciones en los ámbitos tributario, laboral, pensiones y educación, sin un análisis previo, y que significarían un daño relevante y permanente al entorno de negocios en un contexto en el que la confianza empresarial que mide el BCR llegó a su menor nivel histórico.

El proyecto para suspender el cobro de los peajes, cuya inconveniencia para el país con excepción de los transportistas de carga se explicó ayer en este espacio, es una expresión que lleva a sospechar de corrupción en el congreso, y a confirmar ignorancias como la exhibida ayer por Lenin Checco, del Frente Amplio, en una exhibición notable en RPP de pensamiento penoso que replica las posiciones de su jefe Marco Arana, una de las personas cuya ambición personal y mediocridad intelectual le han hecho mucho daño no solo al país sino a la izquierda peruana.

Otra expresión de lo mismo es el cuestionamiento de parlamentarios –como Daniel Urresti– a la decisión del BCR de prestarle a las AFP recursos por tres meses para que estas no rematen activos en dos días, con el fin de paliar los efectos macroeconómicos negativos de esta barrabasada del congreso.

Asimismo, está el proyecto para formalizar a los colectivos para el transporte público, una amenaza no solo para el ordenamiento de la ciudad, sino para contagio del covid-19.

Pero la expresión más evidente de vocación por el chanchullo viene en estos días desde Acción Popular con su vocero Ricardo Burga, quien propone un proyecto para dejar sin efecto la declaración jurada de intereses de los parlamentarios cuyo fin es la transparencia para evitar cuchipandas.

Entre un sector de la izquierda que pretende usar el covid-19 como caballo de Troya para traerse abajo un manejo económico racional y consistente, y la mediocridad extrema de otras bancadas parlamentarias, este congreso no deja de ofrecer expresiones frecuentes de corrupción, conformando un riesgo adicional y grave al de la pandemia.