Precio del dólar en Perú hoy

Una noche larga y oscura

Tenemos una base sólida construida en los últimos treinta años con grandes esfuerzos: una importante reserva fiscal, deuda manejable del Estado y un sólido Banco Central de Reserva.

Por: Pedro Pablo Kuczynski

La epidemia causada por el coronavirus agarró desprevenidos a casi todos los gobiernos del planeta, con muy pocas excepciones. Aparte de algunos médicos especialistas y funcionarios de salud, el único personaje de nivel mundial que advirtió hace unos años sobre los peligros de este tipo de pandemia fue Bill Gates, cuya inmensa fortuna apoya fuertemente la investigación de enfermedades contagiosas.

El gobierno del Perú se ha destacado internacionalmente por su manejo decisivo frente a la plaga. La lucha contra el Covid-19 es difícil porque muchos de los portadores son asintomáticos y no se pueden detectar sin una prueba que escasea en los laboratorios. Los países que más éxito han tenido frente a la pandemia, como Alemania, son los que han concentrado sus esfuerzos en pruebas del virus en su población, evitando así las cuarentenas prolongadas.

El reto económico para el Perú es inmenso, pero está en buenas manos. Tenemos una base sólida construida en los últimos treinta años con grandes esfuerzos: una importante reserva fiscal, deuda manejable del Estado y un sólido Banco Central de Reserva. Ahora debemos aprovechar estas ventajas sin desperdiciarlas. La pregunta crucial es ¿cómo se llega con apoyo a la gran mayoría de los peruanos, quienes no tienen ni empleo formal en una compañía, ni AFP, ni CTS? Esta población “informal” representa la gran mayoría de la fuerza laboral, esa población mayoritaria enfrenta graves problemas de supervivencia. Por ejemplo, los mototaxistas y taxistas con una clientela eventualmente inexistente, los pequeños agricultores que no pueden enviar sus productos y muchos talleres, restaurantes, hoteles y una multitud de otros servicios y actividades. El programa “Reactiva Perú”, lanzado por el gobierno y el BCR, busca ayudar a las empresas formales y a sus trabajadores.

Pero ¿cómo llegar a la gran masa de informales, quienes viven del día a día y constituyen la mayoría de los trabajadores? Se puede hacer a través del programa “Juntos”, vía la banca por telefonía celular, colaborando con las cámaras de comercio de provincias, con el apoyo del Ejercito y la Policía llegando directamente a las amas de casa. El tiempo apremia. El tema no es la disponibilidad del dinero fiscal, es la organización.

El Covid-19 es una hecatombe internacional cuyo final se desconoce. Analistas destacados proyectan para Estados Unidos y los países de Europa una caída de la actividad económica en el segundo trimestre abril-junio, del orden de 25% a 30%, con tasas de desocupación que podrían llegar a 18%. Son cifras no vistas desde la gran depresión de 1930.

En medio de esta noche vemos algunas luces. China, el motor del crecimiento económico mundial de los últimos 20 años, se está recuperando rápidamente. Alemania, Corea, Suecia y algunos otros países han demostrado cómo luchar exitosamente contra la pandemia.

Y aquí, en nuestro Perú, tenemos las bases financieras solidas para una recuperación económica. Si hubiéramos podido crear el seguro de desempleo que propusimos en la campaña 2015-2016, tendríamos hoy por lo menos un mecanismo para atender a una parte de los afectados por la emergencia. Los juegos Panamericanos nos han dejado una descentralización de infraestructuras útiles en las zonas más pobres de Lima, como Villa María del Triunfo, Callao y Villa El Salvador.

En esta última hay 7 torres construidas para los atletas y diseñadas para aguantar un terremoto grado 9, las cuales se están habilitando para pacientes del Covid-19. Ningún otro hospital público en Lima está diseñado con esa resistencia ni tampoco tienen capacidad para 3.000 o más pacientes que habría en Villa El Salvador.

El mundo post-Covid-19 será ciertamente muy distinto y ojalá sea mejor para la gran mayoría de personas. El gran reto de los próximos años es combinar disciplinas económicas con un verdadero progreso social.

La República

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