La policía de Estados Unidos presume que el esposo de Ana Núñez Curiel la asesinó a tiros a pesar de que llevaba un avanzado embarazo de seis meses. ,Un nuevo caso de feminicidio en Estados Unidos. Una violenta escena se produjo el miércoles 29 cuando Octavio Curiel-Martinez, de 36 años, asesinó a tiros a su esposa Ana Maria Núñez, de 37. Al hombre no le importó que la mujer llevaba una gestación de seis meses. El crimen ocurrió en la comunidad El Monte, Los Ángeles. El teniente sheriff Joe Mendoza señaló que los detectives aún no conocen el motivo del tiroteo, pero consideran que se desencadenó debido a un incidente de violencia doméstica. PUEDES VER: Estados Unidos: padres drogaban a sus hijos menores de 5 años Según los investigadores el hombre acribilló a su esposa aproximadamente a las 8:30 p.m.. Los padres de la víctima encontraron una escena sangrienta en la puerta de su casa, pues hallaron a su hija con heridas de bala alrededor de las 9:00 p.m. Inmediatamente la trasladaron a un hospital de emergencias, pero ella falleció a las 9:37 p.m. Lamentablemente los médicos ya no pudieron salvar su vida ni la de su hijo. En declaraciones a Univisión los vecinos señalaron que luego de oír los tiros vieron que Octavio Curiel-Martinez salió de la casa de la víctima bañado en sangre. Por fortuna, los hijos de la pareja no se hallaban en casa por lo que se libraron de presenciar la muerte de su madre. Actualmente, la policía de California busca a Curiel-Martinez para su detención y señala que el hombre aún está armado con una pistola y conduce una camioneta 2018 Red Toyota Tacoma con matrícula 81718L2. Cifras sangrientas Núñez se suma así a una larga lista de mujeres asesinadas por sus parejas. Según el último reporte sobre violencia de género en Estados Unidos, el Centro de Política de Violencia (VPC, por su sigla en inglés) indicó que más de 1.600 mujeres fueron asesinadas el año 2015 por hombres con los que tenían algún tipo de relación, y en su mayoría abatidas con pistolas. El estudio se publica desde 1996 y señala que el 93% de las mujeres asesinadas conocían a su agresor y sostenían con éste una relación matrimonial, de concubinato, noviazgo o era su expareja.