Fans de Taylor Swift realizaron fiesta temática y terminó con casi 100 casos positivos a COVID-19

Otro evento masivo que deja como consecuencia más casos de COVID-19. El origen del evento On Repeat: Taylor Swift Red Party, en honor a la cantante estadounidense, se llevó a cabo el pasado 10 de diciembre en el Metro Theatre, ubicado en la ciudad de Sydney, Australia.

Al lugar llegaron alrededor de 600 asistentes para celebrar en honor a la intérprete de “All too well”, esta cifra fue confirmada por las autoridades locales. Sin embargo, la fiesta terminó convirtiéndose en un foco de contagios, pues al menos habrían 100 invitados que dieron positivos al coronavirus.

De acuerdo al periódico The Hill, el departamento de salud de New South Wales pidió a todos los invitados que se aislen para contener el cerco de contagios.

Aumento de casos en Australia

Actualmente, se han confirmado 7.647 casos activos de COVID-19 en New South Wales, al sur de Australia. Donde 192 requirieron hospitalizaciones, según los datos del Gobierno. Asimismo, casi el 95% de la población de ese estado son mayores de 16 años y han recibido, al menos, una dosis de vacuna.

El 93,3% de los pobladores está vacunado en su totalidad; sin embargo, esto no significa que no se puedan reinfectar.

El evento, organizado con la temática del último disco Red (Taylor’s Version), logró aglomerar a una gran cantidad de personas, ya que la artista pudo “recuperar sus obras y comenzar de nuevo”, como comentó en algún momento, luego de conocer que consiguió obtener los derechos sobre sus seis primeros discos, liberándose de la compañía Big Machine.

Taylor Swift es libre

Tras haber firmado en su adolescencia con la disquera Big Machine, compañía que posee los derechos de los seis primeros álbumes, que lanzó entre 2006 y 2017, no podía tocar sus temas libremente, ya que los managers Scooter Braun y Scott Borchetta compraron gran parte de la discográfica en una operación que incluía los derechos de las canciones de la artista por US$ 300 millones.

Sin embargo, Taylor se dio cuenta que podía regrabar sus temas, hecho que significó su liberación. Gracias a esto, se está debatiendo, entre varios artistas, el tema sobre los contratos abusivos a lo que deben sujetarse para contar con financiamiento para su carrera.

Por dicha razón, en 2016 tanto Taylor Swift como otros 179 artistas (Paul McCartney, U2 o Kings of Leon) remitieron un comunicado al Congreso de los Estados Unidos, con la finalidad de solicitar una actualización de la ley, que regula el negocio de la música por streaming.