¿A cuánto está el DÓLAR HOY?
Economía

El 2020 en América Latina

La urgente búsqueda del consenso económico y político.

Editorial
Editorial

El año 2020 no será el mejor en materia económica para América Latina. El 2019 termina con un magro 0,1% de crecimiento del PBI, y el próximo año cerrará con apenas 1,3% de acuerdo con los estimados de la CEPAL. En su conjunto, el período 2014-2020 será de menor crecimiento de la región en los últimos 70 años.

Pasado el efluvio de la pasada década de prosperidad, la disyuntiva no es ahora crecer más sino cómo no rebajar el desempeño de la economía a niveles básicos y, en lo posible, recuperar los indicadores a la baja. La misma CEPAL señala que este año se tendrían en la región 27 millones más de pobres que en 2014, de los cuales 26 millones se encontrarían en extrema pobreza.

Algunas economías crecerán más que otras, obviamente, como es el caso de Panamá, Colombia y Perú, pero será ineludible que se consolide regionalmente la desaceleración económica, especialmente en sectores sincronizados, como los extractivos, y la reducción de las exportaciones y la caída de la inversión, el consumo y la demanda interna. El primer efecto de esta tendencia es el aumento del desempleo y la calidad del empleo.

A diferencia de otros períodos críticos, el actual tiene la impronta de las recetas conocidas en sus versiones ortodoxas como heterodoxas. No será fácil en este etapa –y ahí está el ejemplo de las recientes protestas en Ecuador– implementar políticas de ajuste como en los años ochenta, sino encontrar los espacios institucionales adecuados, o crearlos, para políticas de estímulo del crecimiento y reducción de la desigualdad, evitando las prácticas populistas y desenfrenados subsidios, de las cuales el caso de venezolano, y en alguna medida el argentino, son ejemplos innegables.

En la región no será posible un 2020 de cuerdas separadas. La mayoría de las recientes demandas en los países de la Sub Región Andina este año y en América Central el año 2018 traen una enorme carga contra las políticas que aumentan la exclusión y la negación de derechos, de modo que América Latina se encuentra, como nunca en el último siglo, a la búsqueda de dos urgentes consensos: el económico y el político, al mismo tiempo.

La política y la economía por sí solas no parecen ser recetas integrales para los países de la región. A Brasil le ha servido de muy poco el conservadurismo de Bolsonaro, cuyo gobierno carece de un horizonte económico, en tanto que, en Bolivia, el modelo de Evo Morales ha empezado a mostrar sus flaquezas y límites. En medio de las turbulencias, será un formidable desafío acometer ambas urgencias.