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Cine y series

De Rusia con amor: películas ambientadas en el país rojo y que retratan su relación con occidente

Mientras el mundo se encuentra en una gran tensión a causa de la invasión a Ucrania, nos refugiamos en el arte del cine en el que Rusia ha sido protagonista, aunque muchas veces como la villana de la historia.

Desde Rusia con amor y más películas ambientadas en suelo ruso. Foto: composición La República
Desde Rusia con amor y más películas ambientadas en suelo ruso. Foto: composición La República

La siempre tensa relación entre Rusia y Occidente ha vuelto a estar en la palestra a raíz de las acciones militares de Moscú en Ucrania. Y el cine, en diversas ocasiones, no ha desaprovechado en retratar las desavenencias entre estos dos bloques, así como también se ha inspirado en hechos reales para contar historias: regímenes autoritarios, ideologías inútiles o leyendas de zares, por ejemplo.

Te ofrezco en esta nota algunos títulos relacionados con grandes títulos de la literatura universal (muchos de origen ruso), la revolución rusa, la caída de los zares, la implantación de la Unión Soviética, espías, tensiones diplomáticas o militares entre Oriente y Occidente, entre otros temas, siempre en torno a ese vasto territorio llamado Rusia y hacia el que dirigimos nuestros pensamientos de paz.

Desde Rusia con amor (1963)

La segunda película de la saga de James Bond cuenta con el mítico Sean Connery como el icónico agente secreto inglés. El robo de un dispositivo capaz de descifrar complicadas comunicaciones coloca en peligro importantes investigaciones con respecto al gobierno ruso.

El agente 007 de las organizaciones secretas británicas al servicio de su majestad viajará hasta la Unión Soviética con el fin de encontrar a los que realizaron el robo y detener su plan. Acción y aventura para Rusia con amor.

El arca rusa (2002)

El 23 de diciembre de 2001 se convirtió en una fecha histórica en la cinematografía. Al aprovechar que el Museo del Hermitage de San Petersburgo estaba cerrado al público, el director Aleksandr Sokurov rodó El arca rusa y logró así la primera película de más de hora y media en un único plano secuencia, es decir, sin corte alguno.

En ella se cuenta la historia del marqués de Coustine, un diplomático francés del siglo XVIII que tiene una relación de amor y odio hacia Rusia. Él se encuentra en un viaje en el tiempo en el Palacio de Invierno de San Petersburgo, desde la época de Pedro el Grande hasta nuestros días. ¡Magnífica cinta!

Doctor Zhivago (1965)

Épica cinta del gran David Lean, protagonizada por el inmortal Omar Sharif, ganadora de múltiples previos y considerada dentro de la lista de las mejores películas de todos los tiempos. Nos ubica en la Rusia de Revolución bolchevique (1917), donde conocemos a Zhivago, poeta, cirujano, marido y amante, cuya vida trastornada por la guerra afecta a las de otros, incluida Tonya, su esposa, y Lara, la mujer de la que se enamora apasionadamente.

Acompañan a Sharif: Julie Christie, Geraldine Chaplin, Alec Guinness, Rod Steiger, Tom Courtenay, Ralph Richardson, entre otros. (Una de mis películas favoritas).

La caza del octubre rojo (1990)

La primera adaptación cinematográfica de las novelas sobre Jack Ryan, escritas por Tom Clancy, que se desarrolla en los últimos años de la Guerra Fría, con un capitán de un submarino soviético (Sean Connery) que se interna en el océano Atlántico y pretende desertar a Estados Unidos.

La CIA, que ignora si pretende atacarlos o desertar de su país, encarga al agente Jack Ryan (Alec Baldwin) que se ponga en contacto con él para saber sus verdaderas intenciones. Puro entretenimiento hollywoodense.

El acorazado Potemkin (1925)

Esta es una de las joyas del cine y es rusa. Dirigida por Sergei M. Eisenstein, está basada en hechos reales ocurridos en 1905. La trama nos cuenta como la tripulación del acorazado Príncipe Potemkin de Táurida se cansa del tratamiento vejatorio e injusto de los oficiales. El detonante de la situación es la carne podrida que estos quieren que los marineros se coman. Con este motín empieza una revolución por todo el territorio.

Ninotchka (1939)

Las suspicacias entre Occidente y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) ya existían antes del inicio de la Guerra Fría. Y esta obra maestra de Ernst Lubitsch, con guion de Billy Wilder, así lo demuestra.

En esta sátira protagonizada por la gran Greta Garbo, ella es una enviada especial del régimen comunista que debe concluir en París la venta de unas joyas confiscadas a la nobleza rusa, pero termina fascinada por el sistema capitalista. La película, la anteúltima en la que participó la actriz sueca, supuso un cambio de registro para la intérprete, conocida hasta entonces por unos papeles más serios, por lo que en la campaña promocional se utilizó la frase: “La Garbo ríe”.

La guerra y la paz (1956)

Existen varias versiones cinematográficas de la gran novela del ruso León Tolstói. Esta es dirigida por King Vidor y cuenta con las actuaciones de Audrey Hepburn, Henry Fonda, Mel Ferrer, John Mills, Vittorio Gassman, Anita Ekberg, Herbert Lom y Fernando Aguirre.

La película narra la historia de la joven Natasha Rostova (Heoburn), del conde Pierre Bezukhov (Fonda) y del príncipe Andrei Bolkonsky (Ferrer) con sus relaciones hacia los demás y sus familias, así como de sus relaciones entre sí desde la batalla de Austerlitz hasta la invasión de Rusia de Napoleón en 1805, que terminó en un fracaso. Gran trabajo actoral del trio protagónico en esta cinta de largo aliento.

Reds (1981)

Warren Beatty dirige, escribe y protagoniza esta película biográfica sobre el periodista John Reed, uno de los tres ciudadanos estadounidenses enterrados en la Necrópolis del Kremlin, que se hizo célebre por “Diez días que sacudieron el mundo”, crónica de la Revolución rusa de octubre de 1917. Beatty logra con esta cinta un tono épico y aleccionador que tanto le gusta a Hollywood y que le valió el Oscar al mejor director.

Anastasia (1956)

Esta cinta es dirigida por Anatole Litvak y escrita por Arthur Laurents. Tiene la actuación de Ingrid Bergman como Anastasia (papel por el cual recibió el Oscar en 1956 como mejor actriz) y nos narra una versión de la historia de la hija del zar Nicolás II, que fue la única superviviente de la ejecución de la familia en 1918 a manos de los bolcheviques.

En 1928, un general ruso (Yul Brynner) que pertenecía al ejército zarista vive exiliado en París. Un día que pasea por la orilla del Sena, encuentra a una joven que sufre amnesia y guarda un asombroso parecido con Anastasia. En un principio, cree que no es la verdadera, pero pone en marcha un plan para que se haga pasar por ella y así tomar posesión de su herencia; sin embargo, poco a poco empieza a creer que se trata de la auténtica.

Puente de espías (2015)

No podía falta Steven Spielberg en una lista como esta. Este drama histórico es un retrato humanista del espía soviético Rudolf Abel, al que interpreta Mark Rylance, ganador del Oscar a mejor actor de reparto por este gran trabajo. La cinta es una presentación compleja de los personajes que permite empatizar y comprender tanto al ruso como al protagonista americano que da vida Tom Hanks.

Anna Karenina (2012)

Una de las más recientes y mejores adaptaciones de una novela del ruso Leon Tostói (tantas veces llevado al cine gracias a sus obras). Esta vez del británico Joe Wright. La historia tiene lugar en el siglo XIX y explora las relaciones entre los miembros de la alta sociedad rusa. Ana Karenina (Keira Knightley), una mujer de la alta sociedad que se enamora del joven y apuesto oficial Vronski (Aaron Taylor-Johnson), abandona a su esposo (Jude Law) y a su hijo para seguir a su amante.

Crimen y castigo (1998)

De las muchas versiones que se han hecho, escojo esta cinta de Joseph Sargent, basada en una gran novela de otro ruso Fiódor Dostoievski. Con Patrick Dempsey, Ben Kingsley, Julie Delpy como el trío protagónico. Un hombre comete un asesinato de forma involuntaria y pronto empieza a pasarle ideas por su cabeza de culpabilidad por la gravedad del propio hecho. Película necesaria para meternos en la mente de Roderick Raskolnikov y así conocer la idiosincrasia rusa.