No hace falta haber vivido la pobreza o la violencia para deplorarla, pero sí es sumamente necesario hacer un ejercicio de empatía para poder analizar a fondo la realidad de nuestra sociedad. Si además has vivido en un mundo de privilegios que no alcanzan a otros sectores, hace falta despojarse de la visión de comodidad que ciega cualquier juicio profundo, si es que en verdad se apuesta por una visión objetiva de lo que pasa ese otro país fuera de Lima. Saludos #DesdeMiEsquina